Entrevistas

Entrevista a Jim Withers, médico en las calles de Pittsburgh

J. Pascual / M. Pascual

«Con un grupo de gente implicada trabajando unido, se puede ayudar a las personas adictas de la calle»

Jim Withers es físico y profesor de medicina y ejerce lo que se denomina ‘Street Medicine’, es decir, la medicina en la calle. Withers ha trasladado su consulta a las calles de Pittsburgh, EEUU,  desde 1992. Se sorprendió mucho al principio al ver la gran cantidad de gente que vivía en la calle. Muchos lo hacen durante un período corto, pero un 10% están en esta situación durante mucho tiempo.

Dr. Withers durante la conferencia en el Aniversario de Rauxa en Barcelona / J.P. InD

Dr. Withers durante la conferencia en el Aniversario de Rauxa en Barcelona / J.P. InD

Como médico lo complicado era ser aceptado, por eso desde el principio contó con la ayuda de su amigo Mike, una persona que había estado una temporada en la misma situación que decenas de personas en esa misma ciudad. El doctor le dijo a Mike que quería ir a hablar con esas personas y su amigo le dijo que lo tendría complicado porque a la gente que vive en la calle no le gustan los médicos. Mike le dijo que tenía que cumplir dos normas, no vestir como un médico y no parecer un ‘idiota’. Por lo que Withers empezó a ejercer la ‘Street Medicine’ vestido como un ‘sin techo’ y sin ducharse. El profesor pronto se dio cuenta de la gran cantidad de problemas médicos que presentaban estas personas y que muchos de ellos acudían a urgencias, creando así un gran gasto a las urgencias de los hospitales. Cuando la gente empezó a confiar en él, vio que trabajando con ellos no solo se evitaban enfermedades o se curaban, sino que también ahorraba dinero al sistema sanitario e intentó demostrarlo con un estudio. El coste en aquel período para urgencias era de unos 30 millones de dólares, 22.000 dólares por paciente. Mientras que alquilar un apartamento en la ciudad costaba la mitad. Así que montó una especie de albergue, como muchos le habían pedido. Con una furgoneta recogían a la gente y la llevaban al albergue para ser tratada en mejores condiciones. Creo un buen equipo de profesionales y voluntarios y un sistema con el que a través del móvil se podía acceder al historial de cada paciente. Le habían dicho que con algunas personas no se podía hacer nada porque les gustaba vivir así, sin embargo, muchos empezaron a cambiar y pudieron incluso reconectarlos con la sociedad. Withers sigue a día de hoy trabajando en las calles y ayudando a decenas de personas a superar enfermedades de todo tipo, desde simples resfriados hasta adicciones o cáncer.  El pasado fin de semana participó en el 25 Aniversario de la Asociación Rauxa de Barcelona, la cual también cuenta con un sistema de ayuda similar al de la ciudad de Pittsburgh.

Pregunta. ¿De qué vive señor Withers?

Respuesta. Soy físico y enseño medicina pero también practico lo que se denomina ‘Street Medicine’ (Medicina de calle), lo que significa que ejerzo la medicina en la calle para la gente que no tiene casa en nuestra ciudad.

P. ¿Cuándo empezó a ejercer la Street Medicine? ¿Qué le motivó a hacerlo?

R. Empecé en 1992. Por aquel tiempo vestía como un ‘sin techo’ acompañado de otro hombre. Ambos explorábamos las partes de la ciudad como las orillas del río, debajo de los puentes, etc. Lo que hacíamos era facilitar el cuidado médico a la gente que lo necesitaba. Algunas enfermeras y otros voluntarios se unieron a nosotros e incluso gente que había salido de la calle también se unió a nosotros.

Muchos empezaron a cambiar y pudieron incluso reconectarlos con la sociedad

P. ¿Qué le hace participar en el aniversario de Rauxa?

R. Principalmente la doctora Maria Luisa, gracias a nuestra amistad y al conocimiento mutuo de nuestro trabajo. Ella vino en un par de ocasiones a nuestros simposium en América y Barcelona era una de las primeras opciones para volver a reunirnos pero finalmente se eligió Dublín, así que tenía que venir y ver con mis propios ojos el trabajo que se está haciendo aquí.

P. ¿Cuál es la experiencia más enriquecedora que ha tenido mientras trabaja en las calles?

R. Creo que diariamente la gran confianza y el sentimiento de ser el hermano de la gente que vive en la calle. Esta creo que es la mayor de las satisfacciones, la conexión humana.

P. ¿Cree que se puede poner solución a que tanta gente sin hogar salga de las calles?

R. Cada vez lo creo más. Hace 20 años solo creía que podía ayudar a esa gente a sobrevivir o no morir muy rápido pero conforme hemos avanzado, cada vez veo más probable que esto sea posible. Tenemos una casa en la que acogemos a unas 40 personas que son las que han dejado de consumir alcohol y otras drogas y en ocasiones han reconectado con sus familias. Yo creo que si trabajamos juntos es algo que podemos conseguir.

P. ¿Ha mejorado la asistencia de los sintecho desde la aplicación de la nueva ley sanitaria propuesta por Obama?

R. En este momento lo que Obama está haciendo es muy importante simbólicamente hablando pero no conecta con la realidad de las calles. Espero que lleguen cosas mejores, ahora mismo creo que simplemente es un movimiento en la correcta dirección.

P. ¿Cuál es la correcta dirección?

R. Yo creo en una sanidad para todos, lo que en Estados Unidos no es posible. Creo que todos nosotros tenemos que ser responsables unos de otros y trabajar juntos, esto es la transformación social total por la que estamos luchando.

Yo creo en una sanidad para todos, lo que en Estados Unidos no es posible

P. ¿Qué hace cuando un paciente necesita un medicamento que no puede conseguir por sus propios medios?

R. Nosotros facilitamos el acceso gratuito a los medicamentos para la gente que realmente los necesita. Trabajamos para conseguirlo un seguro u otros métodos para pagarlos. Pero si hablamos de una situación muy vulnerable, que suponga estar entre la vida o la muerte, les proporcionamos las medicinas gratuitamente.

P. ¿Cree necesario que más médicos hagan como usted?

R.  Me gusta trabajar con otros médicos, enfermeras y trabajadores sociales que sienten lo mismo que yo. Creo que nosotros hemos creado nuestro propio sistema válido  y creo que necesita crecer y no solo en EEUU por  todo el mundo.

P. ¿Existe una correlación entre las personas que viven en las calles y la presencia de trastornos adictivos?

R. Sí, ambos van unidos. La gente discute que viene antes si la adicción y luego el quedarse en la calle, o si primero la persona se encuentra en la calle y luego cae en la adicción. Creo que se pueden dar ambos casos pero creo que cuando una persona está atrapada en una adicción, es cuando realmente necesita una ayuda especializada.

P. ¿Se puede prevenir la aparición de conductas adictivas en estos pacientes?

R. Creo que en la medida en que la gente llega a la calle tras perder su casa y su trabajo y hay un riesgo de perder su salud, es cuando hay que  intervenir rápidamente. Podemos evitar que caigan en una depresión que les pueda llevar a una adicción.

P. ¿Cómo se trata a un paciente adicto en un entorno y contexto tan complicado? ¿Tienen posibilidad de rehabilitarse?

R. Sí es muy complicado trabajar en ese contexto. Este es el punto importante de la Street Medicine, cuando un equipo de personas trabajan altruistamente por ellos, y aunque no duerman en la calle, se implican e intentan que dejen de consumir, eso les hace a las personas sin hogar reflexionar y barajar la posibilidad de ir a una casa donde poderse rehabilitar y donde no van a tener esas influencias que sí tienen en la calle.

P. ¿Hay esperanzas para ellos?

R. Sí. No lo creía hace 20 años, pero ahora he visto que con un grupo de gente implicada trabajando unidos, es posible ayudar a estas personas adictas.

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Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.

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Mireia Pascual Mollá
Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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