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Pensamientos intrusivos y su entorno social

marzo 26, 20213198 views0

El cerebro del ser humano funciona de manera rápida. En el día, puede procesar aproximadamente unos 60.000 pensamientos, de los cuales el 94 % se repiten y el 80 % son negativos. Es entendible que no todo pensamiento espontáneo será positivo, útil o simplemente mundano. A veces pueden ser muy negativos, perturbadores, extraños o inquietantes. Ciertos tipos de intrusiones no deseadas son especialmente angustiantes: pensamientos sobre causarse daño a sí mismo o a otros.

Es más probable que una persona tenga intrusiones mentales negativas si piensa en algo moralmente repugnante; recuerda un error, alguna vergüenza, humillación y/o amenaza. También si se encuentra bajo mucho estrés; deprimido, ansioso, enojado o si se siente culpable por alguna situación. Aún más si se trata de un ser emocional que ha sufrido pérdidas significativas en su vida, o si ha experimentado un trauma, o tal vez si se encuentra cansado o privado del sueño.

Generalmente, cualquier experiencia dañina o amenaza imaginada podría convertirse en un pensamiento intrusivo negativo que puede traer consecuencias a lo largo de su vida. Especialmente, estos pensamientos son impulsos e imágenes de cosas inapropiadas, y pueden dividirse en pensamientos inapropiados agresivos, sexuales, o blasfemos. Además, pueden llegar a ser obsesiones paralizantes, provocando ansiedad, o persistencia y logran tomar cada vez más fuerza, volviéndose más frecuentes y dolorosos

Cuando están asociados con algún trastorno como: el obsesivo-compulsivo (TOC), que se caracteriza por los pensamientos irracionales y los temores (obsesiones) que provocan comportamientos compulsivos. Los síntomas pueden manifestarse gradualmente y variar a lo largo de los años; o la depresión, que también hace parte de esta larga lista, sucede cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria por semanas, o períodos más largos de tiempo. Por otra parte, el trastorno dismórfico del cuerpo (TDC), que se caracteriza por personas que examinan frecuentemente su apariencia en el espejo, comparan constantemente su apariencia con la de los demás y  tienen una preocupación obsesiva por un defecto percibido en las características físicas, que incluso los lleva a hacerse muchos procedimientos estéticos o a ejercitarse en exceso hasta el punto de afectar su salud. También pueden estar asociados con la memoria episódica, las preocupaciones no deseadas o recuerdos de TOC, que se centra en obsesiones basadas alrededor de la posibilidad de haber cometido un delito, un asesinato o cualquier acción violenta indebida.  Las personas que sufren de este tipo de TOC dudan constantemente sobre si han hecho algo grave a lo largo de sus vidas.

Todos estos trastornos asociados, pueden ocasionar baja autoestima, problemas mentales y dificultades en su entorno.

Aun así, es importante determinar cuál es el tipo de reacción de las personas con pensamientos intrusivos. De esta manera se podrá analizar si con el paso del tiempo, estos se convierten en obsesiones y requieren tratamiento como terapias cognitivas conductuales, que ayudan a los pacientes a identificar y gestionar los pensamientos no deseados. O, si simplemente, se puede considerar desarrollar una actitud diferente hacia las intromisiones negativas, aceptando el pensamiento intrusivo, en una forma natural de pensar y aprender una mejor manera de lidiar con él.

Sin embargo, los pensamientos son universales y en general han sido parte de la condición humana desde antes. Permiten el desarrollo de habilidades como la creatividad, el relacionamiento social y la diversidad cultural. Así que debemos aprovechar al máximo cada uno de ellos, utilizándolos de la mejor manera posible.