By Nora Volkow asegura que las personas con adicción inmunodeprimidas tienen mayores probabilidades de presentar complicaciones derivadas del COVID19
La epidemia de las adicciones y la pandemia mundial
La directora del National Institute on Drug Abuse, NIDA, de EEUU, Nora Volkow, acaba de publicar un artículo en la revista ‘Annals of Internal Medicine’ sobre la situación de las personas con trastornos adictivos en tiempos de COVID19. Aunque es cierto que focaliza en la situación estadounidense que dista un poco de la situación española, sobre todo y de forma especial, por el sistema de salud tan distinto entre ambos países; es cierto que hay ciertos aspectos que pueden ser extrapolables.
Volkow destaca que aquellas personas inmunodeprimidas, es decir, aquellas que presentan cualquier adicción a sustancias, también tienen un riesgo mayor de padecer estados más severos o graves, lo que aumentaría el riesgo de muerte en el caso de presentar COVID19.
La doctora habla de una mayor vulnerabilidad de padecer el virus en las personas que presentan problemas de salud respiratorios derivados de fumar tanto tabaco como cannabis: “Las enfermedades obstructivas pulmonares crónicas y comórbidas, las enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades respiratorias, que son más frecuentes en fumadores crónicos y personas que hacen uso de sustancias, han demostrado un peor pronóstico en presencia de coronavirus”. También las personas que presentan un uso de opioides, metanfetaminas o psicoestimulantes, tienen alteradas las funciones pulmonares: “La ralentización de la respiración por el consumo de opioides puede causar hipoxemia, que puede derivar en complicaciones cardíacas, pulmonares o cerebrales, y que llegados al extremo, puede causar sobredosis e incluso la muerte”, afirma Volkow.
Por lo tanto, las complicaciones por COVID19 pueden incrementar cuando:
- Se fuma tabaco > Por las alteraciones obstructivas pulmonares.
- Se fuma cannabis > Por las alteraciones obstructivas pulmonares.
- Se consumen opioides > Por la ralentización de la respiración, por el riesgo de sobredosis y por la falta de vigilancia (por el distanciamiento social) a la hora de tomar la medicación (como la naloxona).
- Se consumen metanfetaminas > Por el daño pulmonar, hipertensión pulmonar y la cardiomiopatía.
- Se consumen psicoestimulantes en general.
La directora del NIDA asegura que, además del consumo, hay otras causas indirectas que pueden incrementar los riesgos de la pandemia, por ejemplo, en las personas sin hogar que presentan problemas de consumo.
El estigma sería otro factor: “Los servicios de salud siguen marginalizando a las personas que presentan un uso de sustancias. Un estigma que está basado en el error de la creencia de que la adicción es el resultado de una débil moral o carácter o de pobres decisiones, cuando la ciencia ha demostrado de forma clara que está relacionado con alteraciones en el cerebro”. A lo que añade que “es muy importante que los trabajadores de la salud sean consecuentes y traten a estas personas con compasión y dignidad como todas se merecen”.
Además, el apoyo social es crucial para las personas en rehabilitación, mientras que la soledad es un factor de riesgo para la recaída. El estrés, muy presente en este estado de pandemia mundial, también puede ser un disparador de recaída o disparar el consumo para silenciar los sentimientos negativos que surgen: “Los grupos de ayuda mutua, la familia y los proveedores del tratamiento deben estar alerta a esta posibilidad”.
Pero lo que Nora Volkow tiene claro es que ante ninguna circunstancia se debe olvidar ni dejar de lado a las personas que presentan problemas por uso de sustancias y menos durante una crisis de salud pública como la actual.
Latest posts by Mireia Pascual Mollá (see all)
- Las narrativas, el lenguaje y el imaginario social - abril 11, 2024
- Conoce los tratamientos actuales del tabaquismo - marzo 27, 2024
- Proposición no de ley para la prevención y reducción del uso problemático del juego, internet y videojuegos - marzo 20, 2024
What's your reaction?
