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El ser humano y sus vacíos emocionales en la sociedad

septiembre 24, 20193487 views0

Seguramente hemos oído hablar de carencias emocionales, una expresión utilizada constantemente para referirse a los diferentes estados emocionales que hacen parte del ser humano y, para no hacer una referencia especifica de las carencias, se habla de los vacíos emocionales, los cuales tienen más influencia cuando se dan en la infancia.

Diferentes condiciones demarcan una forma de ser y actuar para cada ser humano. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a amenazas o circunstancias que nos obligan a salir de nuestra esencia y forma de ser, suceden alteraciones que sin darnos cuenta generan impactos a lo largo de nuestra vida.

Los vacíos emocionales son espacios que tienden a ser llenados con diferentes posibilidades que ofrece el mundo, (drogas, sexo, muerte, amor, familia, etc). Estos vacíos van cambiando de acuerdo con lo que acontece en nuestras vidas, la mayoría de los vacíos surgen a partir de una constante adaptación al cambio, es decir que, a medida que nos enfrentamos a situaciones nuevas van surgiendo nuevas necesidades o vacíos, sin dejar atrás los que tenemos de nuestra infancia y que nos generan un impacto en la adultez. Por lo general es arduo superar estos vacíos.

Pero en la medida en la que el ser humano crece, forma su carácter, se enfrenta a nuevos retos, tiene la posibilidad de llenar sus vacíos y superar sus miedos.

Muchos se preguntarán, ¿cómo puedo llenar un vacío emocional?, la razón es simple; somos seres humanos aferrados a la vida, vivimos en un mundo materialista atrapados en los miedos innumerables. Tal vez en los seres humanos ese miedo se traduce a vacíos emocionales, que se terminan llenando con excesos y sacrificios. El mundo materialista en el que nos encontramos, nos obliga a convertirnos en fichas de un sistema, cumplir un rol, hacer parte de un ciclo y muchas veces perder nuestro propósito. Un sistema encargado de producir y vender capitalismo, donde la sociedad es la protagonista. Este sistema está rodeado de drogas, dinero, enfermedades y muerte que obligan a la sociedad a perder su propia identidad llenándolos de necesidades innumerables y vacíos sin salida.

El mundo, la publicidad, el poder y los medios, nos hace creer que somos seres completos, a los cuales con satisfacer las necesidades básicas ya son parte de una clase social y no necesitan nada más. El mundo se ha inundado de ignorancia, el bombardeo, tecnológico, publicitario, televisivo y político ha vendado los ojos de un pueblo, sumergiéndolo en un universo de indiferencia.

A pesar de que el ser humano tiene un abanico de posibilidades para tomar buenas o malas decisiones, está sumergido en infinidad de vacíos emocionales que lo obligan a girar en un círculo vicioso sin encontrar una salida, pues, aunque muchas veces nos enfrentamos a retos y situaciones que nos dejan una huella en la vida, depende de nosotros enfrentarlos y llenar esos vacíos tanto de cosas positivas como negativas, finalmente las decisiones solo afectan al que las toma.