Bienestar

Adictos al amor

mayo 8, 2024105 views0

Es curioso ver cómo hasta la propia definición de la palabra amor en el diccionario de la real Academia de la Lengua, perpetúa el amor romántico: “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”. También las novelas, las películas, los cuentos infantiles, todos han girando durante años entorno a un amor por el que había que luchar, por el que había que sacrificarse. Había que buscar la media naranja porque de forma aislada parece que el ser humano estaba incompleto. En el caso de las mujeres incluso se acentuaba más. Aún a día de hoy siguen repitiéndose frases que son auténticos mitos como “si es amor, te hará sufrir”, “si te controla es porque le importas”, etc. Buscar pareja, tener pareja y casarse, es el camino a seguir por cualquier persona y esto ha empujado a muchas personas a vivir en una verdadera dependencia emocional con sus parejas y a necesitar un psicólogo matrimonial.

La terapia de pareja puede ser un buen inicio para identificar patrones, sociales y culturales, que se pueden estar reproduciendo. ¿Existe la adicción al amor? Primero habrá que definir que es el amor. El amor no es posesión, nadie pertenece a nadie, el amor es respeto, es acompañamiento, es estima, es alegrarse por el otro, es no sentir envidia. El amor, según la segunda definición de la RAE, es: “Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”.  Si se considera el amor en base a los mitos con los que empezábamos el artículo, es decir el amor romántico entendido de manera tradicional, puede que sí exista. Pero el amor no es esto realmente. Esto es codependencia, es dependencia emocional.

El codependiente deja relegadas en un segundo plano sus necesidades y deseos por la otra persona porque su baja autoestima le anima a cuidar y satisfacer las necesidades del otro. Llegan a creer que sin la otra persona, su vida no tiene sentido por lo que necesita controlar que el otro siga estando ahí junto a él/ella. También puede llegar a interpretar los fracasos de la otra persona como propios y siente que los triunfos son una amenaza. Y lo más importante, que ocurre mucho cuando hay un problema de adicción, la persona con codependencia cree que es responsable de pensamientos, sentimientos y acciones de la otra persona. En el caso de sentirse identificado con alguna de estas cuestiones, es importante que se busque un psicólogo cerca que pueda ayudar a identificar el problema de raíz y empezar a trabajar con una o las dos personas.

La buena noticia es que se puede trabajar a nivel psicológico en la deconstrucción de las creencias y la construcción de un nuevo concepto de amor saludable con ayuda de profesionales.