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¿Tiene el juego Pokemon Go potencial adictivo?

Los Pokemon són unos personajes de un videojuego (y dibujos animados) que se crearon en 1996. Ahora la realidad aumentada ha permitido modernizarlos y traerlos a las manos de los usuarios de smartphones en forma de un juego que recibe el nombre de Pokemon Go. Miles de personas de toda España discurren por las calles a la caza de personajes como Charmander, Ekans o Pidgey, entre otros muchos. El éxito de este lanzamiento ha hecho que la empresa Nintendo haya acumulado una subida en la bolsa de Tokio de 56’6%.

Algunos por internet bromean diciendo que ha sido lo único que ha conseguido sacar a los ‘frikies’ de los videojuegos de sus casas y ver la luz del sol. Las características de una persona adicta a los videojuegos es el sedentarismo y por consiguiente el sobrepeso y los problemas de salud derivados del mismo. Esta es la parte positiva, pero también adictiva del juego. Por primera vez los jugadores tienen que desplazarse a la calle y andar, pero según Francesc Perendreu, presidente de la Asociación Catalana de Adicciones Sociales, ACENCAS, esto también plantea que sea la primera vez que se compita con otros de forma visible, cuando hasta el momento siempre había por delante un monitor. La competición es su potencial adictivo, al igual que ocurre con otros videojuegos como el War of Warcraft, Lots of Legends (que además incrementan su potencial adictivo por otras características),  el DOTA, el FIFA; u otros de composición más simple como en su momento fue el Candy Crash. Pero los que desarrollan una adicción, no suelen abusar  de un único juego.

A la caza de Charmander en la ciudad de Elche / Salvador Campello

A la caza de Charmander en la ciudad de Elche / Salvador Campello

Perendreu destaca que Pokemon Go puede ser peligroso también por otras cuestiones: “Se puede atravesar la calle sin mirar”.  En relación a este tema de la seguridad de los ciudadanos, la Policía Nacional ante el auge de jugadores en las calles emitió las siguientes recomendaciones:

1. Descárgate el juego desde tiendas digitales oficiales y comprueba que es la versión del fabricante.

2. Aunque sea una aplicación gratuita recuerda que puede conllevar micropagos para obtener nuevos elementos del juego. Controla los pagos adicionales para evitar sustos en la factura y ojo si tu tarifa de datos no es plana.

3. Estás jugando en el mundo real, no fijes la mirada solo en tu pantalla. Hay que prestar atención a lo que ocurre alrededor: pasos de peatones, semáforos, vehículos, mobiliario urbano…

4. Recuerda: está absolutamente prohibido atrapar Pokémon mientras conduces o montas en bici.

5. Si ves un codiciado Snorlax o Vaporeon, no te guíes solo por la emoción: tu seguridad es lo primero. No invadas la carretera, respeta las señales de tráfico, no accedas a propiedades privadas y respetas las normas de espacios o edificios públicos.

6. Para jugar es imprescindible mantener activado el GPS del móvil. Al igual que en otras apps de geolocalización, esto puede ser utilizado por los delincuentes para saber cuándo te ausentas de tu domicilio o dónde te encuentras en ese momento.

7. Tus hijos serán también grandes entrenadores Pokémon. Adviérteles de estas pautas, enséñale un uso seguro de las distintas aplicaciones y juegos y establece unas normas. Evita adicciones (suyas y tuyas).

A la caza de Ekans en la ciudad de Elche / Salvador Campello

A la caza de Ekans en la ciudad de Elche / Salvador Campello

Pero además Perendreu comenta que crea diferencias entre los jóvenes adolescentes “porque para poder jugar se necesita de un Smartphone que cuesta mínimo 200€ y  no todos los padres pueden permitirse”.

El furor causado por el juego puede ser pasajero, si se trata de una moda, pero el presidente explica que si sus creadores son inteligentes, seguro que encontraran la forma de alcanzar a un público más mayor. Por el momento ya ha capturado a los treintañeros y jóvenes adolescentes: “Yo estoy seguro que si empiezan a trasladarlo al turismo y hacen que se pueda interactuar con edificios emblemáticos y que sea una forma de acercar la historia a otro perfil de personas, será mucho más que una novedad”, asegura.

El presidente conoce bien la problemática juvenil. La Asociación Catalana de Adicciones Sociales atiende sobre todo a jóvenes de entre 15 y 19 años, que presentan un mínimo de tres años de adicción a videojuegos: “Son agresivos de palabra, con una autoestima muy baja y que suelen presentar un claro fracaso escolar”.

La adicción a videojuegos es diferente en jóvenes que en adultos, asegura Perendreu: “En los jóvenes el enganche viene por la competición, en adultos detrás hay problemas de autoestima y/o fobia social. Para prevenir la adicción en los primeros debe haber un control de horarios, hablar con los hijos de que los juegos son una fantasía y no una realidad y realizar actividades con ellos”.

¿Qué detectar en una persona con abuso o adicción?

  • El elevado número de horas que le dedica al juego
  • Los cambios en el carácter (con o sin motivo: porque no puede jugar, no tiene acceso, se le cae el juego, pierde, etc.)
  • El comportamiento agresivo (físico o verbal)
  • Trastornos del sueño (acostarse de madrugada o no acostarse o no dormir ni descansar bien)
  • El hecho de que prefiera quedarse en casa que salir con los amigos o a realizar otras actividades

Las nuevas tecnologías no son ni buenas ni malas, depende del uso que se les dé, de ahí que tener las herramientas necesarias para evitar y prevenir conductas adictivas sea fundamental.

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Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.

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Mireia Pascual Mollá
Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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