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La adicción química de la dopamina

julio 4, 20164914 views0

La dopamina está presente en los procesos adictivos de las drogas y juega un papel fundamental en los efectos que produce en el organismo y en el Sistema Nervioso Central (SNC).

La definición de dopamina abarca tres resultados. Es un neurotransmisor o mensajero químico con funciones de activador e inhibidor del SNC, con un papel fundamental en la actividad del placer. También es una hormona que inhibe la liberación de prolactina, sustancia fundamental para la producción de leche en las glándulas mamarias. Por último, la dopamina cómo fármaco que emula la acción del Sistema Simpático –aumenta la fuerza y la frecuencia de los latidos del corazón, dilata los bronquios, sudoración excesiva y todas aquellas acciones que se activan ante una situación de emergencia y estrés-.

En esta última definición, las aminas simpaticoides que actúan con la dopamina, aumentan las posibilidades de la drogodependencia, ya que son conocidas como drogas estimulantes del SNC.

Como la dopamina no puede atravesar la barrera hematoencefálica, que separa la sangre del SNC, su administración como droga no afecta. Para que atraviese esta barrera y llegue al SNC se utiliza un precursor sintético conocido como L-Dopa (3,4-dihidroxifenilalanina).

La cocaína y las anfetaminas influyen sobre la cantidad de dopamina en nuestro cerebro. La cocaína es un bloqueador del transportador de la dopamina, por lo que se para el proceso de regeneración y se produce una abundancia de más del 150%.

Las anfetaminas aumentan la cantidad de dopamina, porque al ser de una estructura química más parecida a éstas, pueden entrar donde se almacenan y liberarlas.

En el caso de los cannabinoides, también inciden en el neurotransmisor de la dopamina y su bloqueo influye en los niveles de sustancia. Sin embargo, existen unos cannabionoides naturales, los endocanabinoides que son producidos por el organismo y que también afectan a la cantidad de dopamina.

La dopamina tiene un papel fundamental sobre el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la regulación del sueño, del humor, la atención y el aprendizaje.

Los desórdenes de dopamina pueden causar enfermedades. Si disminuyen, pueden causar trastorno por déficit de atención con hiperactividad y Parkinson. Si aumentan anormalmente los niveles del neurotransmisor, se puede sufrir psicosis y esquizofrenia.

Lo que el individuo busca al utilizar la dopamina como fármaco no sólo tiene relación con el tratamiento de enfermedades, sino para aumentar el nivel de neurotransmisor. De esta manera se consigue llegar a la sensación de placer, ya que la dopamina actúa en esas áreas del cerebro.

Sin embargo, pasado un tiempo de consumida la droga es cuando los niveles de dopamina descienden y causan un bajón emocional. Éste es el momento en el que la adicción juega un papel esencial y el individuo vuelve a consumir para sentirse mejor.

Dormir más de 7 horas, hacer ejercicio diario  y comer bien mejoran los niveles de dopamina

En el caso de estar todavía bajo los efectos de la droga y aumentar la dosis, no se debe a una adicción química, ya que cuando se bloquea al transmisor de dopamina desciende el deseo; sino más bien por la ambición del individuo de “sentir algo más”.

Por lo tanto, la mayoría de opioides, metanfetaminas y demás drogas pueden aumentar la producción de dopamina. En términos médicos, es saludable un aumento de dopamina para las funciones diarias, pero las drogas alteran la producción natural y vienen acompañadas de un alto poder de adicción. Además, alteran el equilibrio químico del organismo.

Para mejorar los niveles de dopamina basta con dormir más de 7 horas, hacer ejercicio diario y mantener una alimentación saludable. Es recomendable acudir a un médico en caso de niveles bajos antes que recurrir a las drogas.