Entrevista a Margarita María Sánchez Villegas, Presidenta de RIOD
La Red Iberoamericana de ONG que trabajan en drogas y adicciones, RIOD, une a entidades de España con organizaciones de América Latina y el Caribe. Su labor en drogas lleva años desarrollándose y esto ha hecho posible que el Plan Nacional sobre Drogas, PNSD, le haya otorgada la Medalla de Plata de la Orden al Mérito. Margarita María Sánchez Villegas, su presidenta actual, habla sobre qué supone este reconocimiento.
Pregunta. ¿Qué significa para la RIOD este reconocimiento?
Respuesta. Para la RIOD este reconocimiento significa el fruto del trabajo colectivo de organizaciones de Iberoamérica que durante más de 20 años , a través de este tejido asociativo, han venido focalizando toda su atención en el desarrollo de acciones orientadas al fortalecimiento institucional y la incidencia en políticas y planes sobre drogas y otras adicciones.
Con mucha ilusión recibimos esta medalla que llega a reforzar nuestro compromiso y nos anima a continuar aportando respuestas coherentes con la realidad de los países, a través de un trabajo articulado con los organismos internacionales, gobiernos y sociedad civil en general.
P. ¿Por qué crees que el PNSD premia la labor de la RIOD?
R. La RIOD se reconoce como una herramienta de cooperación que se viabiliza mediante una plataforma que garantiza y asegura el compromiso de las entidades, que a través de su conocimiento y vivencia cotidiana en las comunidades, ofrece la posibilidad de transmitir la realidad de los territorios y posibilita la cooperación, la coordinación y la apertura al diálogo entre actores de organismos internacionales, gobiernos y sociedad civil.
Señalaría además que el PNSD ha observado durante todos estos años el alto nivel de respuesta que las organizaciones de la sociedad civil han dado tanto en España como en Latinoamérica, el enorme progreso técnico, y la creciente producción teórica que han desarrollado con aportes de suma importancia al conocimiento y la elaboración de políticas sobre drogas.
P. Entidades hay muchas, pero vosotros aglutináis a muchas, ¿Cuál es vuestra trayectoria y qué labores realizáis?
R. Efectivamente las RIOD agrupa a las principales ONG Iberoamericanas entre las que se encuentran tres plataformas ( FONGA, FLACT, UNAD ), participando así cerca de mil entidades en la red procedentes de toda América Latina y España y que trabajan en el ámbito de las drogas y de las adicciones en materia de prevención, tratamiento, reinserción, investigación e incidencia política, con la misión de incidir, desde un enfoque de derechos humanos incidir en las políticas públicas y problemas relacionados con el consumo de drogas y adicciones promoviendo mejoras en la calidad de vida de las personas y las comunidades afectadas por este fenómeno.
Es preciso señalar que hemos sido un brazo ejecutor importante de las administraciones. Nuestra intervención no solo repercute en las personas sino también en el entorno familiar y social.
Nuestra fortaleza radica en el trabajo en red caracterizado por relaciones de aprendizaje, desarrollo de conocimiento mediante un seminario anual, intercambio de experiencias orientadas a buenas prácticas, debates y consensos sobre situaciones críticas que ameritan el fortalecimiento e impulso de políticas y problemas dirigidos a personas usuarias de drogas en situaciones de alta vulnerabilidad socio-sanitaria, publicaciones, entre otras…
P. El estigma es uno de los temas estrella de la RIOD. ¿Qué diferencia existe entre el estigma presente en España con respecto al que se puede encontrar en los países de América Latina?
R. La RIOD en su plan estratégico y en coherencia con las necesidades identificadas en Iberoamérica que ameritan una atención especial, ha conformado comisiones de trabajo integradas por profesionales y expertos representantes de las entidades socias de la red para el análisis de temas claves, entre ellos el de ESTIGMA!
No sabría decir con certeza qué diferencias hay entre el estigma en España con respecto a Latinoamérica, lo que es claro es que en ambos lados la evidencia apunta a que existen actitudes y comportamientos negativos hacia las personas que consumen drogas, lo que genera un alto riesgo de exclusión social, adicional a que se acentúe la falta de motivación por la búsqueda de ayuda.
En Latinoamérica podría presentarse un mayor riesgo teniendo en cuenta que España tiene recursos y servicios mucho más organizados para dar respuesta al problema. Latinoamérica cuenta con una realidad socio-económica más compleja, se dispone de menos recursos, existe mayor número de población en condición de pobreza lo cual plantea muchos más desafíos si queremos conseguir sociedades justas, que valoren, protejan y promuevan los derechos de toda la ciudadanía.
P. Los países que forma parte de la RIOD tiene como problemática común las adicciones, pero ahora además se ha sumado el COVID ¿Cómo están viviendo desde los distintos lugares esta situación que aumenta la vulnerabilidad de las personas consumidoras?
R. Sin duda alguna la pandemia de la COVID-19 está afectando la vida y el entorno de las personas, la sostenibilidad de las organizaciones y ha impactado en la sociedad en general.
Se han realizado investigaciones, consultas, sondeos de opinión y lo que se percibe es que las personas que usan drogas se están enfrentando a los mismos riesgos que la población general frente a la COVID-19, sin desconocer que esta es una población que está expuesta a riesgos adicionales tales como infraestructura social, redes fuertemente deterioradas, problemas habitacionales, de exclusión social que requieren de estrategias específicas, por lo cual la lógica sería que las personas que usan drogas deberían incluirse entre las poblaciones consideradas de alta vulnerabilidad, convirtiéndose así los servicios de drogas en servicios esenciales.
No es difícil deducir que la situación de vulnerabilidad y sufrimiento social que están viviendo estas personas, se verá agudizada aún más a partir de esta crisis. Es necesario señalar que la pandemia ha destapado una serie de fragilidades en los sistemas de atención a las drogas, que solas no podemos abordar y que requieren de la necesaria colaboración y participación de todos los actores sociales a la hora de ofrecer respuestas y soluciones, siendo la sociedad civil una de las más fundamentales por su estrecho contacto con la atención directa y la observación de las necesidades de las personas y las comunidades.
Y en la línea del comentario anterior, expresar nuestra preocupación por el proceso de precarización de la asistencia en el que se está ingresando a partir del recorte de fondos de apoyo a las ONG que se ve en varios países de América Latina. El cierre masivo de organizaciones de la sociedad civil especializadas en la atención de las drogodependencias causaría un impacto devastador en el campo de la atención a drogodependientes.
P. ¿Qué acciones tenéis previstas para el futuro?
R. Nos encontramos próximos a la realización de nuestra Asamblea anual para lo cual estaremos evaluando avances de las metas establecidas en nuestro plan estratégico y definiendo plan de continuidad centrados en las necesidades de los territorios con el fin de poder plantear objetivos acordes con sus necesidades de incidencia. Consideramos el tejido social fundamental en las respuestas frente a las drogas y las adicciones y nuestra labor ahora más que nunca es incidir para que salga fortalecido y pueda continuar con su labor de servicio esencial.
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