Nuevas Sustancias Psicoactivas: panorama actual en Europa
A pesar de que en la actualidad el problema social de las adicciones ya no es tan sonado como en los años 70-80 con el consumo de heroína, el mundo de las sustancias y su uso y abuso sigue generando muchas fuentes de ingresos para aquellos que las diseñan, venden y distribuyen.
Aunque en menor medida que el consumo de cocaína o marihuana, las nuevas sustancias psicoactivas o, más conocidas en España como “drogas emergentes”, preocupan a autoridades, Salud Pública, investigadores y sociedad en general. Estas sustancias se caracterizan, no tanto por su novedad en cuanto a principios activos, sino a su aparición repentina en un lugar o en una cantidad no reconocida tradicionalmente, así como a las variaciones en su composición.
Según la Comisión Clínica del Plan Nacional de Drogas, en su Informe nº6 (2011), recogen la definición como: “sustancias que aparecen en el mercado de las drogas en un momento determinado y son una novedad. Pueden ser conocidas previamente o ser nuevas drogas, pueden haber aparecido anteriormente o nunca antes, y generalmente no están incluidas en las listas de sustancias psicótropas o estupefacientes y por tanto no son ilegales”.
Tal y como recoge la definición, generalmente se encuentran en una situación de alegalidad: no son legales porque no está recogido como tal en ninguna normativa, pero tampoco son ilegales, ya que tampoco están reconocidas como sustancias psicotrópicas. Sus fabricantes toman como referencia moléculas ya conocidas y, a partir de ahí, introducen variaciones. Por eso la variedad es tan amplia y no están todas clasificadas.
Una vez que las autoridades detectan una nueva, comienza el duro trabajo de seguirlas y estudiarlas, con el objetivo de poder tipificarlas cuanto antes. Es este punto el que se convierte en un arduo trabajo, ya que, para cuando se está cerca de conseguir su identificación completa, los y las narcotraficantes vuelven a introducir cambios en sus composiciones, convirtiendo de esta manera todo lo avanzado en saco roto.
Aunque su presencia en España en estos momentos no es alarmante, sí lo está siendo en otros países como Reino Unido, donde ya se han registrado más de 250 muertes en los últimos años con presencia de algún tipo de estas sustancias en sus organismos. Por ello, no es de extrañar que tengamos que estar alerta para detectarlas de una manera eficaz y a tiempo, de lo que se encarga el Sistema Español de Alerta Temprana, en coordinación directa con otros organismos europeos como EMCDDA (Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías) y Europol (Oficina Europea de Policía).
¿Cómo es posible comprar y/o distribuir este tipo de sustancias?
Para las personas que se dedican a ello resulta realmente sencillo: lo hacen a través de la Deep Web o en castellano, “Internet Profunda”. Actualmente las páginas web a las que habitualmente accedemos representan únicamente el 25% del total de la información que se almacena en Internet. El porcentaje restante se utiliza para prácticas ilegales como es el caso que nos ocupa: la venta y distribución de sustancias no tipificadas.
Son diversas las razones que permiten que este mercado continúe funcionando. Algunas de ellas son:
- La falta de una normativa mundial en referencia a las drogas y a las nuevas sustancias psicoactivas, ya que no basta con que un país ilegalice las sustancias (por ejemplo, Reino Unido) si en los países vecinos no hay una normativa vigente (España o Portugal); simplemente, operarán en aquellos países más permisivos.
- No hay un rastro claro de las transacciones monetarias al no utilizarse el euro o el dólar como moneda de pago, sino los Bitcoins o, más actuales, Litecoins y Anancoins.
- Cuando el envío llega al domicilio, llegan correctamente etiquetadas con mensajes como “No apto para consumo humano” o “De uso exclusivo para laboratorios”. De esta manera, aunque sean interceptados, no puede demostrarse el uso real para el que estaba destinado.
- Otra modalidad de venta son las tiendas físicas como, por ejemplo, las “Smart-Shops”. Son establecimientos en los que es legal vender sustancias “euforizantes”, “afrodisiacas” y con otros sobrenombres. No dejan de ser, en su gran mayoría, sustancias o plantas con componentes psicoactivos que, en función de cómo se preparen o manipulen, podrán utilizarse para su consumo y la obtención de sus efectos correspondientes.
Algunos ejemplos de estas drogas emergentes…
Muchos son verdaderamente conocidos como las setas mágicas o la ayahuasca, o algunos cannabinoides sintéticos como el Spice o el K2.
Otros ejemplos muy normalizados en nuestra sociedad
Pero no hace falta irse muy lejos para tener a mano otros ejemplos de estas sustancias, como algunos tipos de anabolizantes y complementes dietéticos.
Debemos prestar especial atención a este tipo de productos, pues no todos tienen un etiquetado de sanidad correcto.
En el caso de los dietéticos, se suelen vincular a “sustancias naturales”, dando por hecho que siendo así, no aporta ningún efecto negativo a nuestro cuerpo. Lo cierto es que si tienen algún componente como DMAA (o “extracto de geranio”) o DNP (presentado como un “quemagrasas”), estaremos poniendo en serio riesgo nuestra salud.
En cuanto a los anabolizantes, muy ofertados en tiendas de productos para gimnasios y cuidado del aspecto físico, si contienen, por ejemplo, el principio activo DHEA, aunque sientan que está aumentando su masa muscular, realmente están provocándose serios problemas físicos y psicológicos. En el caso de los hombres es muy común la reducción del número de espermatozoides y en el caso de las mujeres, los cambios o cese en el ciclo menstrual. Utilizados durante la adolescencia pueden promover una disminución prematura del crecimiento.
Nuevo panorama en el terreno de las drogas
Sin duda, se ha instaurado un nuevo panorama en el problema social de las drogas. Cambian los patrones de comportamiento, se buscan nuevas formas de burlar las leyes, de encontrar nuevos efectos y de continuar generando ingresos.
Por esto, se articula como un reto a nivel mundial la necesaria reformulación de una estrategia que integre la detección, prevención, tratamiento y evaluación de los programas de drogodependencias y nuevas sustancias psicoactivas… de una manera consistente y verdaderamente eficaz.
Paula Castilla Carramiñana
Trabajadora Social
Paula Castilla
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