Fco de Asís Babín, Delegado para el Plan Nacional sobre Drogas
«Estamos repartiendo 27 millones de euros procedentes del fondo de bienes decomisados»
Pregunta. ¿Cuál es la situación general en materia de drogas en este momento en España?
Respuesta. Frente a un descenso paulatino desde 2007 se pueden ver una serie de cuestiones contrarias que destacan y que son nuestros objetivos o prioridades más inmediatas. Concretamente nos preocupa la prevalencia de consumo de alcohol en menores de edad y sobretodo de los modelos de consumo. Nos preocupa el aumento del consumo en adolescentes de cannabis. Este está descendiendo en el conjunto de la sociedad en general, pero el uso y abuso en adolescentes es alto y hay una banalización tremenda que se está haciendo desde sectores interesados en conseguir que haya un mercado libre de esta sustancia. Además, nos preocupa el uso de hipnosedantes y por otra parte, las nuevas sustancias, aunque en este caso no sea por la prevalencia de consumo, sino por la amenaza que conllevan. En definitiva, hay muchos aspectos sobre los que seguir trabajando desde el punto de vista de los consumos y la edad de inicio y, luego una obsesión por nuestra parte que consiste en proveer de una atención de calidad a todas aquellas personas que lo necesitan y muy focalizada hacia la reinserción social y laboral. Y esto no solo es porque sea un derecho de las personas y de los pacientes, sino porque además es lo que hace eficiente el sistema
P. ¿Cómo es posible que hasta hace poco tiempo hubiese territorios del país en los que la edad legal del consumo de alcohol estaba por debajo de los 16? ¿A qué se debe esa disparidad?
R. Sucede por dos razones. En primer lugar, porque las comunidades autónomas a través de sus estatutos de autonomía tienen asumidas sus competencias en materia de salud y desde esa perspectiva tienen legitimidad para legislar en su territorio. Si tenemos en cuenta que no hay una legislación básica estatal en material de alcohol para menores, pues la comunidad autónoma va haciendo sus desarrollos. Nosotros tenemos la intención de generar esa normativa básica y desde el punto de vista del acceso al alcohol, pues yo creo que ha sido muy inteligente el Principado de Asturias el elevar la edad hasta los 18 años como el resto del territorio nacional.
P. ¿Cómo consiguen repartir la cantidad de dinero asignado por el Gobierno entre los numerosos colectivos, red asistencial en general y prevención? ¿Considera que es un reparto justo y suficiente?
R. Yo creo que sí que es un reparto justo. La verdad es que está funcionando y se consigue la máxima efectividad y una prueba fehaciente de que es así es que seguimos manteniendo prácticamente las mismas proporciones de reparto desde hace mucho tiempo. Por un lado, está la financiación que se prevé en los presupuestos generales del estado para transferir a las comunidades autónomas, esto constituye varias partidas presupuestarias para diferentes fines y cada una de ellas tiene unos criterios de reparto que están establecidos en la Conferencia Sectorial de Drogas desde hace tiempo y que se aplican estrictamente. Por lo tanto, no es fruto de la improvisación. Y en cuanto al dinero del fondo de bienes decomisados, tenemos un acuerdo no escrito de atribuir aproximadamente un 30% del dinero del fondo de bienes decomisados al control de la oferta, para financiar actividad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, de la agencia tributaria, del instituto nacional de toxicología, etc. es decir, de múltiples actores de la administración que trabajan por el control de la oferta. Y el 70% restante se destina a la reducción de la demanda, y la determinación de cuánto va a manos de las ONGs, de los Ayuntamientos, de las Comunidades Autónomas, para la investigación, etc. Es un acuerdo que se adopta anualmente por un órgano, encargado de decidir cómo se reparte esa asignación. De todo eso, además se eleva una memoria anual que se remite a una comisión mixta, por lo que la cosa no puede ser más nítida y trasparente.
P. ¿Hasta qué punto ayudan los decomisos a los recortes presupuestarios de la administración? ¿Se pueden paliar los recortes con lo obtenido de estos decomisos?
R. Yo lo primero que quiero es luchar contra la palabra ‘recorte’, porque es verdad que como todos, hemos tenido que ajustarnos el cinturón pero siempre se ve el recorte como algo que necesariamente falta, y eso no siempre es así. Si nosotros hacemos una buena actuación al impulsar acciones y programas que se haya demostrado mediante una evaluación científica que son eficientes, aunque sea con menos recursos, podemos conseguir mejores resultados. Pero dejando esto a parte, siempre, antes y ahora, la parte de bienes decomisados que podemos manejar y destinar a estas actividades es muy importante. Desde esa perspectiva, te puedo decir y creo que no me equivocaré, aunque estoy hablando de memoria; que en este momento estamos repartiendo en torno a 27 millones de euros de media anual procedentes del fondo de bienes decomisados. Por tanto, claro que ayuda, ayuda y mucho. Gran parte del entramado social que se ha podido mantener en los cerca de siete años de crisis económica ha tenido que ver con estas disponibilidades de bienes decomisados, indiscutiblemente.
P. ¿Cuántos decomisos se pueden llegar a producir en un año en un país como España que es territorio de entrada?
R. Miles y miles y miles y no soy capaz de dar una cifra concreta. Nosotros conceptualizamos como decomiso cada objeto, cada joya, cada inmueble…entonces estamos hablando de miles de expedientes al año. Si bien hay que tener en cuenta que decomisar se pude hacer por muchas circunstancias pero al fondo solo acaban llegando aquellas que después de una sentencia firme, el juez atribuye una serie de bienes al fondo de bienes decomisados. Es decir, que decomisos se hacen muchos pero no significa que todos ellos se puedan integrar en el fondo, ni todos los que se integran rinden un valor.
P. ¿Qué alijos son los más decomisados?
R. Evidentemente está muy en relación con la situación geográfica de España y con los focos de producción. Las toneladas mayores son de hachís, procedentes mayoritariamente del Magreb y otras zonas de África y luego, la segunda sustancia que más se decomisa es la cocaína. Heroína se incauta ya una proporción relativamente baja en relación a lo que fue en otros tiempos y el resto de drogas aún no han tenido alto grado de penetración en nuestro país.
P. ¿Cuál es la mayor preocupación desde el Plan Nacional sobre Drogas en este momento?
R. Desde el punto de vista de los consumos, separando lo que es prevención de asistencia, el alcohol y el cannabis son las dos preocupaciones fundamentales y; desde el punto de vista asistencial nos preocupa en términos de calidad esa cartera de servicios.
P. ¿Cuáles son las posibles soluciones a estas problemáticas?
R. Alguien me enseñó una vez que ‘no hay soluciones fáciles para problemas complejos’ y el problema de consumos y adicción es un problema enormemente complejo. Pensemos por ejemplo en el debate que están teniendo en Sudamérica con respecto a la necesidad de nuevos escenarios de abordaje de esta problemática. Yo creo que es absolutamente fundamental que nos mantengamos unidos en tanto que hablamos de un problema global, no es individual de cada país. Hay una responsabilidad común y compartida entre países que antaño se decía que eran los productores, pero que tienen también un problema de consumo interior; y otros que se nos tildaba de consumidores pero que ya presentamos un alto grado de incautaciones, por ejemplo, de cannabis, que se producen en nuestro país. Por tanto, hay que ser conscientes de que o colaboramos todos o esto no tiene ninguna posibilidad de mejorar. Y seguir con el mantenimiento de lo que ha sido y sigue siendo importante en nuestro país, que es el alto grado de consenso político y administrativo en general con un objetivo claramente destinado a la reinserción y reducción de daños. Antes se nos criticaba mucho por esto y ahora muchos países quieren tomar esta misma medida.
P. ¿Va a mejorar la situación general del país y concretamente va a mejorar en materia de drogas? ¿Cuál es su breve perspectiva de futuro?
R. No quiero generar expectativas falsas. La presencia de las drogas en la sociedad va a ser una constante porque lo ha sido durante siglos en la historia de la humanidad y va a seguir siendo así; ahora, pienso que el futuro es esperanzador porque contamos con mejores instrumentos desde el punto de vista de la validación de la eficacia de los programas. Vamos a saber cómo hacer mejor el trabajo en el campo educativo, en el ocio y tiempo libre de los jóvenes, etc. En términos coloquiales, ‘no podemos hacer tonterías’, tenemos que ser muy sensibles y estar muy atentos a la evidencia científica antes de hacer cambios en la estrategia a seguir. En estos temas hay que ser muy prudentes y un optimismo excesivo puede jugar en contra de la necesaria sensibilidad en percepción de riesgo en relación a estas temáticas.
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