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Un informe de la UNESCO concluye que el uso de la tecnología en las aulas no es tan bueno como se creía

El mejor de los aprendizajes se da por la experimentación, manipulación y observación. Está demostrado científicamente que si este aprendizaje se realiza a través del juego y emociona, se graba y permanece. La interacción humana que se da en cualquier situación: comida, escuela, conversación en la calle, etc. En ocasiones queda en un segundo plano para muchos niños y niñas que viven refugiados detrás de una pantalla portátil, dejando así de observar y aprender de esta observación. Dejando también de experimentar la realidad y sumergidos en un mundo de ficción y dejando de manipular o interactuar en las situaciones.  Ya lo publicamos en este artículo de la revista hace unos años.

Sin embargo, ante esta evidencia, el uso de la tecnología en las aulas se había vendido en los últimos años como la ‘panacea’, como el ‘futuro inmediato’ por el que el alumnado tenia que pasar para no quedarse atrás. Fue así como los centros educativos empezaron a colmarse de pantallas: de tablets, ordenadores, pizarras digitales y en algunas ocasiones (en las menos) de móviles. Durante muchos años se había difundido esta idea sin evidencia real de su efectividad, aunque algunas voces apuntaban ya a que esto era un ‘error’. Posiblemente motivado por estudios sesgados que provienen de las propias empresas tecnológicas.

Así lo confirma el informe mundial recién publicado por la UNESCO, “Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?”: “La revolución digital contiene un potencial inconmensurable pero, al igual que se ha advertido sobre cómo debe regularse en la sociedad, debe prestarse una atención similar a su uso en la educación. Se debe emplear para mejorar las experiencias de aprendizaje y para el bienestar de estudiantes y docentes, no en su detrimento. Hay que anteponer las necesidades del estudiantado y apoyar a la docencia. Las conexiones en línea no sustituyen a la interacción humana”, ha argumentado Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

El informe evidencia que el mayor número de ordenadores entre los estudiantes no mejora el aprendizaje si los docentes no se implican y participan de la experiencia pedagógica.

El director Manos Antoninis ha afirmado que: “Debemos enseñar a las y los niños a vivir tanto con la tecnología como sin ella; a tomar lo que necesiten de la abundancia de información, pero a ignorar lo que no es necesario; a dejar que la tecnología apoye, pero nunca suplante, las interacciones humanas en la enseñanza y el aprendizaje”.

La tecnología tampoco es mala, facilita muchas tareas pero no puede ser sustituida por el alma humana. Son herramientas y como todas, hay que aprender a usarlas en el contexto adecuado. Las pantallas pueden ayudar a comprender mejor el funcionamiento de la vida, con ejemplos visuales y audiovisuales, pero no pueden ni deben sustituir a los libros. No impacta igual sobre el cerebro infantil una pantalla luminosa que un papel impreso. Los sonidos, los colores, los movimientos y la rapidez no son los mejores compañeros de un cerebro en crecimiento que no está preparado para tal sobrestimulación sensorial.

La educación en la tecnología debe replantearse.

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Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.

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Mireia Pascual Mollá
Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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