Reconciliándonos con la ira
Llevaba varios días sin dormir, la IRA me poseía, no me lo podía creer, una vez mas había faltado a su compromiso de entregar lo acordado dentro de la fecha estipulada y yo ya no podía soportarlo mas. Y además llevaba varias semanas que no se molestaba siquiera en ponerse en contacto conmigo aunque fuera sólo para poner una falsa excusa. “¡Me estaba FALTANDO al RESPETO!” Estaba claro que no lo TOMABA CON LA MISMA SERIEDAD que yo y me sentí atacada en mi EGO. Me pesaba demasiado esa situación; una vez más tenía que ser yo la que solucionara su falta.
Era el momento de empezar a poner límites. Caí en lo más fácil, le llamé por teléfono y antes de que empezara a hablar le GRITÉ:
«¡Hasta aquí…! ¡Eres un auténtico impresentable e incompetente!, ¿Cómo puedes ser tan inútil e irresponsable? ¡Está claro que no se puede confiar en ti!»
Notaba como mi cara se ENROJECIA fruto de la RABIA, y cuando terminé de descargar toda mi exasperación, escuché una voz femenina que identifiqué como su madre: «Perdona, mi hijo tuvo hace 1 mes un accidente con el coche y está desde entonces en el hospital…» Ufffff, ME SENTÍ MORIR…
La Ira es una Emoción negativa reactiva, visceral y desbordada que se traduce en una pérdida total de control. La Ira es además una emoción contagiosa que suele arrastrar a otros, ya que cuando se descontrola y se vuelve destructiva, puede conducir a problemas en el ámbito laboral, en nuestras relaciones personales y en la calidad de vida personal.
La ira es una emoción negativa reactiva, visceral y desbordada que se traduce en una pérdida total de control
La ira es una emoción negativa reactiva, visceral y desbordada que se traduce en una pérdida total de control
Nos podemos enfadar por simples malentendidos o porque nos sentimos agredidos en nuestro Ego o en nuestra estima, lo cual puede ir creando un poso de rabia acumulada que si no aprendemos a canalizar de forma correcta y le damos rienda suelta, tal vez nos arrepintamos a posteriori de lo que hemos hecho o dicho. Además de esto, sufrir un Ataque de Ira provocará que tu cuerpo segregue cortisol (hormona glucocorticoide producida por la glándula suprarrenal) , acelerando así tu ritmo cardíaco, incrementando el envío de grandes cantidades de glucosa al cerebro, aumentando la frecuencia respiratoria, subiendo también la temperatura corporal y probablemente cerrarás los puños además de tener una peculiar expresión facial provocada por la rigidez muscular, dando lugar a una sobrecarga importante en tu cuerpo y en consecuencia un desgaste.
Por todo ello es muy importante aprender a modular la Ira de forma saludable, ya que solo los inmaduros son los que no son capaces de reprimirla o la gestionan con compras compulsivas, bebiendo, fumando, desahogándose con un videojuego …
Cuando la IRA se apodere de ti, intenta:
CALMARTE, controla tu respiración y no te muevas mucho, sobretodo la parte superior de tu cuerpo (manos y brazos) ya que así conseguirás no arrastrar más movimiento negativo. Piensa en relajar la tensión de tus manos y antebrazos dejándolos que cuelguen a los lados de tu cuerpo. El principal objetivo es evitar Implosionar, ya que eso perturbaría tu equilibrio interno y también no Explosionar descargando sobre otros de forma brutal.
MODULAR tu tono de voz, habla despacio y con un volumen bajo, al mismo tiempo mantén un contacto ocular directo procurando que no resulte ni desafiante ni retador.
TÓMATE TIEMPO y piensa en la emoción, pero cambiando el punto de mira, es decir, considera lo que es positivo en vez de fijarte solo en lo negativo, permitiendo así reducir su intensidad y ANALIZA ¿Vale la pena confrontarme?¿Conseguiré así mi objetivo?, ¿Puedo cambiar algo? Si a estas 3 preguntas les sigue un SI como respuesta, entonces deja de encolerizarte y pasa a la acción.
Canaliza toda tu energía MANIFESTANDO de forma ASERTIVA y desde el YO, lo que piensas, sientes y necesitas, sin ofender al otro. Verbalizando de esta manera, ayudarás a retomar el control de la situación. Recuerda que ser Asertivo no significa ser agresivo.
Distanciándonos de la ira, seremos capaces de dejarla enfriar y poco a poco irá bajando
Distanciándonos de la ira, seremos capaces de dejarla enfriar y poco a poco irá bajando
Es importante también RELATIVIZAR la emoción de la ira, y para ello puede ayudarte dejar pasar un tiempo, con el fin de hablarlo en otro momento.
Distanciándonos de la Ira, seremos capaces de dejarla enfriar y poco a poco irá bajando, consiguiendo así reaccionar de una forma mas reflexiva.
Somos seres sociales que tenemos que aprender a relacionarlos con los otros de forma positiva y responsable, entendiendo la Responsabilidad como la capacidad de hacernos cargo de las consecuencias de nuestros propios actos, dejando de buscar culpables por nuestro estado emocional. Ten en cuenta que a nadie le gusta relacionarse con personas llenas de ira que tratan mal y que parece que están enfadadas con el mundo. Así que tal vez es hora de que empieces a barrer tus enfados inútiles provocados por atascos de coches, frustraciones tales como perder al autobús y contrariedades tales como pensar que además de perder el autobús empieza a llover. En su lugar, RECONCÍLIATE con tu ira desde el aprendizaje y consigue armonizarla, sin activarla, alimentarla o evitarla. Ten en cuenta que si te acercas desde la Serenidad y la Asertividad tendrás más probabilidades de superar los obstáculos que si respondes desde la IRA desenfrenada.
Y ya que el mejor antídoto contra la Ira es el HUMOR, aquí os dejo dos viñetas:
Stella Vicens Llorca
Psicóloga Clínica- CV 5186
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Stella Vicens Llorca
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