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Algo valioso que cultivar

junio 15, 20151942 views2

Estimada amiga,

 Me encuentro sentada en la mesa de mi cocina tomando un café mientras fuera esta cayendo una ligera lluvia que me devuelve un agradable olor a tierra mojada. Hoy decidí arreglar un viejo armario repleto de papeles y apuntes viejos y entre todos ellos, encontré una vieja foto nuestra de hace ya unos años y que me ha dibujado una sonrisa al recordar aquellos momentos juntas. 

Cuántos secretos, complicidad, risas, miedos, tristezas, nervios y vida compartida. Pasamos muchas cosas juntas tanto buenas como malas, recuerdo por ejemplo las largas conversaciones que podíamos mantener hasta bien entrada la madrugada  riendo o llorando siempre juntas, una al lado de la otra porque todo nos parecía mas llevadero, nos sentíamos invencibles y cada una aportaba lo mejor de ella misma en pro de la otra. Recuerdo también aquella etapa en la que casi te pierdo porque olvidaste quien eras y buscaste falsos brebajes de felicidad que casi acabaron contigo, pero que finalmente fuiste capaz de superar y vencer. 

Hoy con el paso de las años y a pesar de la distancia, se que todo aquello sirvió para hacer crecer nuestra amistad y que con toda seguridad cada día se hará mas fuerte. 

Con todo mi cariño, esta carta es para ti.

  

Todos tenemos una Necesidad de Pertenencia porque somos animales de compañía que necesitamos del otro para conseguir una estabilidad emocional. 

Un amigo es una elección deliberada, ya que va a ser alguien con el que compartas lo íntimo de tu vida, que sabes que te acepta, respeta y comprende tal y como tu realmente eres sin intención de cambiarte. Un buen amigo es aquel que te ayudará a desarrollar lo mejor de ti mismo.

La mayoría de las amistades nacen a partir de actividades y valores compartidos que gradualmente desembocarán en confianza, afecto y lealtad.

Dentro de la amistad hay diferentes grados, ya que tenemos gente conocida de nombre y cara pero que poco o nada sabemos de su vida, compañeros de trabajo con los que pasamos muchas horas en un día, colegas y amigos verdaderos gestados de hace ya mucho tiempo….

Pero cuando hablamos de amistad hay que hablar de las buenas y de las malas compañías, ya que cuando conectas con tu debilidad y te alejas de lo que son tus valores, puedes llegar a crear una imagen falsa de ti mismo y contagiarte por un grupo que busca mas su propio beneficio que el tuyo y que por ende no velará por tu bienestar. Las malas compañías normalmente están formadas por grupos cerrados que imponen normas, comportamientos, símbolos…., Si no los aceptas te darán de lado sin importarles lo mas mínimo tu bienestar.

En contraposición a esto están las buenas compañías que son un grupo de personas que también quieren ver crecer lo mejor de ellas mismas y que además contribuirán a tu crecimiento personal, ya que aquí la individualidad es apreciada y cada uno es respetado en el desarrollo de su propia vida. Son grupos que te van a considerar mas importantes incluso que ellos mismos y que además serán capaces de sacar lo mejor de ti porque te quieren y te desean lo mejor, por tanto se alegrarán de tus éxitos y además te acompañarán en los momentos difíciles de tu vida. Y si en un momento determinado te tienen que desaprobar porque aquello que estas haciendo no es bueno, no lo dudes, que lo harán.

Los amigos son personas con las que has compartido, compartes y compartirás momentos de vida. Hay amigos de nuestro pasado que, a pesar del destino o de la distancia, cuando la vida nos vuelve a reunir renace un sentimiento de pertenencia y complicidad pues lo que viviste selló una alianza y un respeto. Y otros en cambio ya no permanecerán a tu lado, porque tal vez esa amistad tuvo un sentido en un momento de tu vida pero en la actualidad ya no, porque algo cambió o acabó entre vosotros.

A la hora de hacer amigos cada uno sigue sus propias REGLAS, pero si tuviéramos que realizar un inventario de qué habilidades potenciar para lograrlo, resaltaría:

• La Generosidad. Dar sin esperar Recibir. No hay que acumular deudas.
• Trata al otro desde el respeto y la atención, tal y como te gustaría que te tratara.
• Se un buen oyente, anima al otro a que hable de sí mismo. Entiende sus puntos de vista en vez de criticarlos, condenar o quejarte.
• Trasmite proximidad y confianza lo que significa tener la capacidad de guardar un secreto.
• Empatiza. Hay que intentar sintonizar, sentir lo que siente el otro y entender sus puntos de vista, pero siendo fiel a ti mismo al expresar tus propias opiniones, emociones e intenciones. No significa aceptarlo todo (la Empatía no significa Permisividad).
• Aliméntale  la autoestima, hazle sentirse importante y hazlo sinceramente.
• Y por encima de todo, No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Convicciones y creencias comunes fueron la piedra angular de la amistad que Elizabeth Candy Stanton, madre de siete hijos y Susan B. Anthony mantuvieron durante 51 años. Todo empezó corría el año 1851, donde estas mujeres lucharon codo con codo para establecer el derecho al voto, a tener propiedades a su nombre y a poder quedarse con los hijos después del divorcio. Ambas se complementaban perfectamente. Susan Anthony era la portavoz del movimiento, mientras que Elizabeth Stanton refinaba las ideas de ambas y escribía los discursos. Su opinión sobre la Amistad era: “Unidas, ningún obstáculo, diferencia o peligro nos parecerá jamás infranqueable”.

 

Stella Vicens Llorca

Psicóloga Clínica- CV 5186