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Las dependencias relaciones en el cine: el caso de Inseparables

noviembre 11, 20141487 views0

En ocasiones las relaciones afectivas pueden llegar a ser tan adictivas como las mismas drogas. Éste es el caso de las dependencias relacionales donde

podemos hallar distintos tipos, entre ellas las dependencias sentimentales, la codependencia y la bidependencia. Precisamente la desconcertante Inseparables de David Cronenberg explora este tipo de dependencias donde las relaciones humanas se convierten en la “sustancia adictiva” y en donde, en ocasiones, (como es el caso de la bidependencia) también entran en juego las drogas propiamente dichas.

Inseparables narra la historia de dos gemelos idénticos, Beverly y Elliot, reputados ginecólogos que han creado entre ellos un vínculo de dependencia en el que ambos se sienten bastante cómodos. Beverly, tímido y retraído, se encarga de sacar adelante su consulta ginecológica privada y de realizar investigaciones con brillantes resultados. Por su parte, Elliot, extrovertido y encantador, se lleva la gloria del trabajo de Beverly recogiendo los galardones que les dan a ambos, cenando con prestigiosas personalidades y seduciendo a bellas mujeres, conquistas que, posteriormente, comparten los gemelos. Este equilibrio enfermizo, pero perfecto para los hermanos, acaba rompiéndose cuando Beverly se enamora de Claire, una bonita actriz adicta a los somníferos. Elliot comienza a sospechar que Claire solo persigue la posibilidad de tener un acceso a estos somníferos de forma segura y continuada. No obstante, Beverly, completamente enamorado, es incapaz de cortar esta relación y comenzará él mismo a juguetear con estas sustancias hasta que se convierta en adicto, enfermedad que se verá agravada tras sufrir un desengaño amoroso con la actriz.

A partir de este momento, la espiral de autodesctrucción ya es imposible de parar para Beverly. Elliot intenta una y otra vez ayudar a su hermano, pero al final lo que comenzó siendo una relación dependiente acabará convirtiéndose en codependencia: Elliot se transforma en el rescatador y cuidador de su hermano, a pesar de los escasos logros que alcanza en este sentido. Y entre tanta confusión y desaliento, solo se acaba vislumbrando una única realidad: el temor al dolor y la compulsión por paliarlo con medicamentos.

Cronenberg crea un mundo hipnótico, desconcertante y descorazonador en su exploración de las relaciones humanas dependientes. No es la única vez que, con su magistral fórmula entre realismo y ciencia ficción, este director explora la psique humana y las adicciones: él mismo se encargaría de llevar al cine El almuerzo desnudo, obra autobiográfica de William S. Burroughs que, en ella, narra su adicción a los opiáceos.

Trailer en versión original de Inseparables: