La impulsividad y el alcoholismo
La impulsividad es un rasgo de la personalidad que puede presentarse en mayor o menor medida. Las personas impulsivas tienden a un estilo de respuesta que se caracteriza por responder rápido y sin demasiado análisis; esta respuesta se genera cuando los individuos se enfrentan a problemas que presentan diversas soluciones posibles pero donde solo una es correcta (Riaño-Hernández, Buela-Casal y Guillen, 2015). Además, no es raro que la impulsividad vaya asociada a comportamientos agresivos.
Dickman (DII, Dickman, 1990) propone la existencia de dos tipos de impulsividad a) la funcional, relacionada con la tendencia a tomar decisiones rápidas cuando la situación lo amerita y en beneficio de la persona y b) la disfuncional, relacionada con decisiones rápidas e irreflexivas que conllevan consecuencias negativas para la persona. Tanto los cuestionarios de personalidad como los específicos de impulsividad evalúan únicamente la dimensión disfuncional (Adan, 2012), la clasificada como problemática o no útil, y es la que mayormente interesa en el ámbito del alcoholismo.
Hoy en día, la impulsividad es un componente de la personalidad muy unido al estudio de las adicciones, sobre todo en lo referente al alcoholismo; tanto por su posible relación como factor de riesgo como su implicación en procesos más avanzados del consumo. Se baraja la posible relación de la impulsividad como rasgo de personalidad preponderante y la falta de control en el momento del consumo de bebidas alcohólicas, debido a las características comportamentales de las personas impulsivas, así como los efectos neuropsicológicos que parece que genera la propia impulsividad en el cerebro. Es decir, se estudia la posibilidad de un efecto a dos direcciones, causa y consecuencia.
En un estudio realizado por Pérez-Fuentes y colaboradores (2015) se estudia la relación entre el consumo de alcohol y la impulsividad en estudiantes de enseñanza obligatoria. Los estudiantes que se declararon consumidores de alcohol obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en impulsividad, coherente con lo hallado en otras investigaciones (Narváez y Caro, 2015; Calvete y Estévez, 2008). Por lo tanto, parece que la impulsividad es un factor de riesgo para el inicio en el consumo de drogas como el alcohol (Pedrero, 2009; Koob y Volkow, 2010).
La impulsividad es un factor determinante y a la vez consecuencia del consumo de sustancias
La impulsividad es un factor determinante y a la vez consecuencia del consumo de sustancias
Es importante considerar que no solo la impulsividad actúa como factor de riesgo al consumo, sino que el propio consumo problemático de alcohol puede disparar conductas impulsivas en los sujetos (Caña et al., 2015). En este sentido, es posible considerar la impulsividad como un factor determinante y, a la vez, como una consecuencia del consumo de sustancias (López-Caneda et al., 2013).
En otro estudio, Caña y colaboradores (2015) concluyen que el consumo de alcohol y la impulsividad afectan al proceso de toma de decisiones en los adolescentes, sobre todo en aquellos que practican el binge drinking o lo que es lo mismo, el consumo puntual y abundante en un corto periodo de tiempo.
Conociendo estos datos, no cabe duda de la importancia de este rasgo de personalidad en relación al consumo; por eso mismo, es vital la tarea de la prevención en temática de inteligencia emocional, control y gestión de las emociones, para evitar, a edades tempranas que individuos con tendencia al descontrol, pierdan el control con las bebidas alcohólicas.
Karen Acuña Padrón
Psicóloga (graduada en itinerario de adicciones)
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