El marketing online puede suponer un obstáculo en la rehabilitación de las personas con trastorno adictivo
¿Compramos lo que queremos o lo que quieren que compremos? ¿Consumimos lo que queremos o lo que quieren que consumamos? No hay más que navegar por la red para darse cuenta de que conocen perfectamente nuestros gustos. Las publicidades que aparecen en los laterales de Facebook o de cualquier web en la que se navega están directamente relacionadas con las búsquedas que se han realizado con anterioridad o con los gustos que Google sabe que tiene el usuario, gracias a las famosas cookies que van recopilando esa información.
Miguel Ángel Arana, publicista experto en marketing digital, fue uno de los ponentes en las Jornadas Regionales de Socidrogalcohol Castilla La Mancha. Arana puntualizó la dificultad añadida para las personas con trastorno adictivo cuando navegan por internet. Cuando cualquier persona realiza búsquedas en su navegador, va dejando un rastro de información que se almacena y que contiene sus gustos, su modo de vida o su forma de moverse en el mundo. “Si una persona ha estado buscando para comprarse unos zapatos, cuando luego entra a cualquier web, le salen anuncios de zapatos”, esto es porque todos dejamos una huella. También sucede con la geolocalización de los móviles. El móvil geolocaliza en todo momento la posición de la persona, incluso puede llegar a establecer conexión con otros dispositivos y saber si pasas mucho tiempo con una persona porque es la pareja, por ejemplo.
El funcionamiento digital actual de los sistemas de marketing posibilita que las empresas puedan tener información de la persona que años atrás era impensable: “Es por eso que, a veces, cuando pasas por la puerta de una tienda, el móvil te manda un descuento en el momento y te anima a entrar y comprar”. Si extrapolamos esto al mundo de las adicciones, está claro que el marketing online puede suponer un obstáculo en la rehabilitación de las personas con trastorno adictivo. Los anuncios que van a seguir apareciendo en sus búsquedas van a estar relacionados con sus hábitos de consumo o comportamientos compulsivos, por ejemplo, les aparecerán anuncios de casinos aunque sean personas con ludopatía en proceso de rehabilitación.
Estos estímulos, que se producen en mayor cantidad que los que pueden encontrar en su día a día por la calle, en la vida offline, podrían producir una recaída. No es exactamente como ir por la calle y tropezarse con un bar o un salón de juegos, porque estos impactos aparecen sin previo aviso y sin poderlos esquivar. Aunque es cierto que los profesionales preparan a las personas en rehabilitación para afrontar esos posibles disparadores que les vuelvan al consumo, en el caso del marketing digital todo está configurado para que el usuario acabe comprando o consumiendo, de una forma mucho más agresiva y repetitiva que los estímulos a los que se enfrenta en el offline.
Arana explicó que existen ciertas APP que bloquean los anuncios de ciertas temáticas, introduciendo las palabras claves. También hay formas de que Google no rastree las búsquedas en función de los intereses del usuario. Los estímulos digitales generados a través del marketing online son poco conocidos por los profesionales de las adicciones, pero la información sobre esta temática resulta muy útil y necesaria en el tratamiento y trabajo diario, en un mundo cada vez más conectado a las nuevas tecnologías.
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