Culturizarse a cervezazos
Cada año más gente espera casi con ansia el anuncio de una importante y famosa empresa cervecera catalana. Los anuncios, aunque bien montados, ya son previsibles: música animada, playa y amor (o algo que se le asemeje). A parte de lanzar por los suelos las expectativas veraniegas de mucha gente, esta pequeña pastilla siempre cuenta una historia en la que la cerveza tiene un papel central, lo que es normal porque la empresa tiene que vender su producto.
Ha llegado el verano del 2015 y dicha empresa ha decidido sorprendernos con un corto, igual de previsible que los anuncios anteriores, donde participan actores y profesionales de primer orden. Cuenta la historia de un joven que, estando con sus amigos, demuestra saber muchas cosas de cultura general, sobre todo cinematográfica. Eso sí, no sabe inglés. Todos los conocimientos de este individuo provienen de no haber dicho nunca no a una cerveza. Suena estúpido pero parece que podemos culturizarnos a cervezazos.
Pero este no es el único ejemplo de anuncio de cervezas con un toque artístico. Desde que en el 2009 apareció el primer anunció y triunfó, marcando incluso la canción del verano, más y más cerveceras han apostado por anunciar sus productos de esta forma. La misma empresa del corto, este mismo año emitió en invierno un anuncio que planteaba el mediodía como un pequeño verano. Era la excusa perfecta para vender su marca de cerveza sin alcohol. “El migdia, pot ser el millor de cada dia (…)” [El mediodía, puede que lo mejor de cada día].
Entre el propio debate sobre cómo vender un producto que puede ser nocivo para la salud, encontramos otras practicas criticables pero habituales en la televisión en España: la cosificación de la mujer (y, en menor grado, del hombre), el amor romántico… Además, estos anuncios vinieron como anillo al dedo para los dirigentes de esta empresa. Mientras la gente se encantaba con el anuncio del verano, desde el 2013 ellos se enfrentan a la justicia con acusaciones de delito fiscal y blanqueo de dinero. Prácticamente nadie informó al respecto porque el silencio mediático se puede comprar a base de talonario.
Otras empresas se sumaron a la música, anuncios largos y el “buen rollo” para vender sus productos. Desde “los habitantes de un lugar” a los famosos que explican cuál fue su mejor cerveza de la marca en cuestión. De esta forma nos engañan sobre el papel de la cerveza en la vida. La cultura, las celebraciones, las relaciones sociales y cualquier otra cosa se pueden hacer con una cerveza, una horchata, un té, un café o con nada.
Estas empresas no cometen ninguna infracción por el hecho de crear estos anuncios. Avisan de la graduación y recomiendan el consumo responsable pero mientras eso aparece en pantalla transmiten un mensaje muy diferente. En este caso debemos de ser capaces de desarrollar un discurso crítico ante esta realidad y, muy importante, saber que los jóvenes también lo hacen, pues la música, la playa, el juego de luces, las formas de actuar y los personajes que aparecen en estos anuncios están pensados para atraerlos a ellos.