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Thirteen

octubre 8, 20141752 views0

En ocasiones, tendemos a pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Idealizamos nuestra niñez y nuestra adolescencia, olvidando las dificultades que encontramos

y que tuvimos que superar en aquel momento de nuestras vidas. Por eso, quizá resulte tan difícil conectar con nuestros hijos e hijas cuando éstos van creciendo y se convierten en adolescentes. Puede que simplemente hayamos olvidado cómo nos sentíamos nosotros/as: toda esa sensación de vértigo y de confusión; los intentos por independizarnos del seno familiar, pero la profunda vulnerabilidad que todavía sentimos frente al mundo, pues nuestra experiencia todavía es muy exigua; el intento por gustar a los demás, aunque a nosotros/as no nos guste demasiado quiénes somos. Y  quizá de ahí provenga también la dificultad para comunicarnos con ellos y para entenderlos: nuestra desmemoria, el paso del tiempo y los cambios acaecidos en cada época nos impiden entender qué les está pasando.

Precisamente Thirteen puede ayudarnos a comprender lo que significa ser adolescente en una época como la actual. En ella se nos cuenta la historia de Tracy, una brillante estudiante de trece años que, paulatinamente pierde el control de su vida debido a las malas influencias. Así, ésta conoce un día a Evie, la chica más popular del instituto, con la que acaba trabando amistad. Tracy le sigue el juego en un intento por agradarle aunque eso signifique robar, mentir, manipular, tomar y traficar con drogas. Al principio todo es diversión, hecho que también se traduce a nivel simbólico en la forma en que está confeccionada la película. De esta manera, las imágenes que podemos visualizar son vibrantes y derrochan toda la energía de vivir de un/a adolescente. Sin embargo, a medida que avanza la película, las imágenes se van apagando y se vuelven más grisáceas y el ritmo se vuelve más lento. Es el momento en el que la madre de Tracy trata de llegar hasta ella y que entre en razón, pero sin conseguirlo. Al mismo tiempo, se nos van dando pistas sobre el hogar en el que se ha criado Tracy. Sus padres están divorciados y su padre apenas presta atención a su antigua familia, pues está demasiado ocupado tratando de construirse una nueva vida. En cuanto a la madre, ésta fuma y bebe alcohol. Intenta ser tolerante y comprensiva con Tracy y su hermano, pero no es capaz de manejar una situación como la que atraviesa Tracy. Al final, ésta ha emprendido un viaje de pesadilla del que debe despertar por ella misma dándose cuenta de que la gente que la rodea no es como ella pensaba y dejándose ayudar por quienes de verdad la quieren.

Así, esta película resulta interesante en la medida en que aborda el modo de consumir drogas por parte de los/as adolescentes en la actualidad (un consumo cuya edad media de inicio en el caso español se sitúa entre los 13 y los 16 años, de acuerdo con la encuesta ESTUDES) y, además, visibiliza esta realidad en el caso de las adolescentes femeninas al ser su protagonista una chica (según la misma encuesta, el consumo de drogas legales-tabaco, alcohol e hipnosedantes- está más extendido en mujeres que en hombres adolescentes). Igualmente, también se tratan las relaciones entre padres/madres e hijos/as adolescentes y la importancia de saber comunicarse con ellos y de prestarles atención.

Thirteen es un interesante recorrido por el mundo adolescente en la actualidad, que se configura como un campo minado con mil trampas de las que no todos saben salir ilesos.