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SOCIDROGALCOHOL reclama medidas urgentes por el auge de las apuestas deportivas y juego online

agosto 30, 20191104 views0

La transformación social y cultural ha hecho que alcancemos un modelo neoliberal, la digitalización de la economía y la expansión de internet.  El problema está en que se seduce a través del riesgo. La exaltación del riesgo, tan ligado este a un nuevo modo de vida, convierte el azar en una actividad normalizada y rutinaria y en una posibilidad para cambiar la movilidad social. Si tengo poco dinero y pocas opciones de conseguirlo, con poco esfuerzo, el juego mediante el azar, tal vez me pueda permitir la movilidad hacia esferas donde gane más dinero y me rodee de gente más rica, económicamente hablando. Cualquier persona es susceptible de desarrollar una adicción. La mayor o menor vulnerabilidad va a depender de muchas cuestiones, algunas individuales, otras sociales, contextuales, ambientales e incluso algunas de carácter biológico o genético. Nadie está exento de poderla padecer, y por este motivo, desde la sociedad y las autoridades y administraciones, se debe proteger la salud de la población.

Recientemente se ha publicado una noticia en prensa, concretamente el día 22 de agosto, en la que se señalaba que en España, las apuestas deportivas mueven el 40% de los ya 17.000 millones de euros que se juegan en internet. El incremento en el número de jugadores en los cinco años transcurridos entre el 2013 y el 2018, ha pasado de 280.000 a más de 830.000, y además señala que los operadores invirtieron el pasado año 170 millones de euros en publicidad. Es decir, en total, las apuestas deportivas, en directo, no ya las de internet, llegaron a mover, además de lo comentado anteriormente, 572 millones de euros en un solo mes. Además de las apuestas deportivas, los juegos online relacionados con el Póker, el Black Jack o la ruleta, las máquinas de azar y las apuestas hípicas, se ven incrementadas año a año. “Y, por si fuera poco, la publicidad está siendo apoyada por profesionales o personalidades conocidas en el mundo del deporte o de la televisión. Caras con gancho”, explica el presidente de SOCIDROGALCOHOL, Francisco Pascual: “Es verdad, además que, cada vez, la edad de inicio en los juegos se va reduciendo. Hay que tener en cuenta que para poder apostar se necesita, como mínimo, el carnet de identidad y una tarjeta de crédito, pero estos dos obstáculos son fácilmente salvables muchas veces.  Ha habido una proliferación de las casas de apuestas, y no olvidemos que cada uno en su móvil puede apostar a lo que sea en cualquier momento”.

A pesar de que ha habido una reacción de los colectivos sociales, vecinales, de asociaciones de pacientes, se ha hecho, de momento caso omiso a la mayoría de las reivindicaciones, y de ahí este incremento incesante de la problemática.

Y es que, tanto la Asociación Americana de Psiquiatría en su manual DSM-V como en el CIE 11 de la OMS, en la clasificación internacional de enfermedades, cataloga los problemas de juego como una enfermedad relacionada con el control de impulsos y la define como una adicción.

“Teniendo en cuenta todas estas cifras, teniendo en cuenta que los españoles se dejaron en eventos deportivos el año pasado casi 5.000 millones de euros más que en 2013, que las cantidades jugadas en tragaperras se multiplicaron por nueve, algo más de 3.000 millones de euros más que en 2015, y que, como hemos dicho el primer punto son las apuestas deportivas; habría que tomar, si me permiten, cartas en el asunto. Creemos que durante este tiempo se ha hablado mucho, pero se ha hecho muy poco. Se han hecho reuniones pero no ha habido determinaciones”, argumenta Pascual.

Por lo tanto, desde SOCIDROGALCOHOL, como sociedad científica, viendo la problemática que representa a nivel personal, familiar, económico y social el tema del juego patológico, tanto del ‘gambling’ como el ‘gaming’ en la gente joven, que son adictos al juego aunque no apuesten dinero, o también apostándolo de forma irregular, debemos de exigir medidas inminentes, prohibición de la publicidad a cualquier hora, tanto la directa como la indirecta desaparición de los bonos regalo; y un incremento en los recursos asistenciales para poder tratar este tipo de problemas; además de una regulación común para todos y dejar de basarnos en la autorregulación porque en juego está la salud de las personas.  “Creemos que en la vida la economía es importante pero la salud lo es mucho más”, concluye el presidente de la sociedad científica.