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Al Ateen: Los hijos de los alcohólicos

Los hijos de los alcohólicos son un grupo de alto riesgo, no solo por la posible herencia genética que puede abocarles a la misma adicción, sino también por las consecuencias negativas derivadas del consumo de su padre o madre. Lo explican muy bien M.J. Ferri y R. Díaz, coordinadoras del programa ALFIL en su artículo ‘Intervención en poblaciones de riesgo: los hijos de los alcohólicos’. Los hijos de los enfermos alcohólicos, representan un 10% de la población, y tienen muchas probabilidades de desarrollar problemas diversos por factores bio-psico-sociales. Y las causas son tres: En primer lugar, los factores ambientales de la convivencia; en segundo, lugar la transmisión genética y; en tercer lugar, los factores tóxicos del alcohol sobre el feto, en caso de que el alcoholismo se haya desarrollado mientras el hijo se encontraba en el seno materno.

Al ateen

La evidencia científica sobre este colectivo tan concreto ha hecho posible que las asociaciones de alcohólicos y otros grupos como Alcohólicos Anónimos  (encargados de una forma u otra del apoyo social y de llegar donde las administraciones y el sistema sanitario no pueden) hayan desarrollado programas y grupos para trabajar con los hijos de los alcohólicos. Este es el caso de Al Ateen, nombre que recibe el grupo de hijos afectados cuyos padres forman parte de Alcohólicos Anónimos. Al Ateen acoge a jóvenes de 12 a 19 años sin hacer distinciones de edad que comparten una misma carcaterística:  Son afectados por el exceso de bebida de uno de sus padres. “Ellos comparten sus experiencias, esperanza y fortaleza entre sí para resolver sus problemas comunes y ayudar a otros adolescentes”, explica M.Carmen, Directora de los grupos de Familia Al-Anon/Al Ateen de España. En estas reuniones los jóvenes tienen la oportunidad de exteriorizar sus problemas, de leer las respuestas del grupo, que les ayudan a responder a sus preguntas y también tienen la oportunidad de escuchar a los que ya han conseguido superar el problema del alcoholismo en sus hogares y rehacer sus vidas. “Fijan sus metas y ayudan a que los demás del grupo hagan lo mismo”, añade la directora.

Ellos comparten sus experiencias, esperanza y fortaleza entre sí para resolver problemas comunes y ayudar a otros adolescentes

Laura es miembro de Al Ateen desde que tenía 11 años, pero dice que prácticamente se ha criado en los grupos desde que nació: “Mi madre me tenía que llevar consigo cuando asistía a grupos de Al Anon, y tengo muy buenos recuerdos desde que tengo uso de razón”. Laura considera que Alateen proporciona un estilo de vida más llevadero. “Creo que es necesario que los hijos de alcohólicos tengamos un sitio donde acudir para aliviar y encontrar respuestas a todo lo que no entendemos y vivimos día a día en nuestro entorno debido a esta enfermedad, ya que la negación está muy presente y eso hace desestabilizar mucho a la persona, sobre todo cuando eres niño”. Esta joven ha aprendido a conocerse bien a sí misma y a diferenciar para no hacerse responsable de cosas que no le corresponden. “Siento que tengo un sitio donde acudir siempre en los buenos momentos y en los malos”. La curación no ocurre nada más entrar por la puerta. “Aquí creces día a día con tu recuperación y tu esfuerzo trabajando el programa, porque siempre pueden estallar crisis emocionales y lo bueno de este programa es que puedo empezar de nuevo siempre que quiera y nadie me va a juzgar si me he equivocado, es muy importante el perdón, sobretodo el de uno mismo”, argumenta Laura.

El grupo de Al Ateen ayuda a controlar los comportamiento disfuncionales que se pueden producir cuando intentan adaptarse a su entorno. Según el artículo de Ferri, “se han descrito algunos patrones típicos como ‘el héroe o salvador’, ‘el niño problemático’, ‘el chivo expiatorio’, ‘el niño perdido u olvidado’ y ‘el payasete o mascota de la familia’.  Si no se corrigen a tiempo, estos patrones pueden convertirse, en la vida adulta, en verdaderos trastornos de la personalidad (obsesivo-compulsivo, antisocial, evitación, límite o co-dependiente)”. Aunque no todos van a desarrollar problemas y de los que sí lo hacen la variabilidad de comportamientos es enorme. La evidencia de la alta probabilidad que tienen los hijos de alcohólicos de caer en la misma adicción o de presentar problemas complejos es grande, de ahí que sea tan importante la tarea de grupos como Al Ateen.

Laura: “Siento que tengo un sitio donde acudir siempre en los buenos momentos y en los malos”

Laura anima a los jóvenes a que acudan a los grupos de ayuda: “Que asista a una primera reunión, donde se les explicará cómo funciona el programa. Normalmente aconsejan que asistas a unas 6-8 sesiones y que luego decidas si quieres seguir o no, pero sobre todo si aun así no se acaba de decidir que no se agobie, el programa me ha enseñado que cuando no tengo algo claro que me quede como estoy, y ponga mi balanza de prioridades, que me tome mi tiempo y las respuestas vendrán solas, a cada persona le llega su tiempo y sobre todo ha de hacerlo a su voluntad”.

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Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.

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Mireia Pascual Mollá
Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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