Las investigaciones y la ciencia
Para que la ciencia avance es importante que se realicen investigaciones, de todo tipo, algunas de un carácter más teórico, pero otras, de un carácter más práctico, en los que se pueda conocer de cerca el impacto sobre el organismo. Donar tu cuerpo a la ciencia, es probablemente, una de las mayores aportaciones a la práctica. Más que para la investigación, que puede que en casos muy concretos pueda servir para ello (si se ha sufrido alguna enfermedad durante la vida y se quiere ver, por ejemplo, el impacto de esta en los órganos), sirve para que los estudiantes de medicina practiquen y aprendan cirugía, a realizar operaciones.
En adicciones, hemos podido observar alguna fotografía en la que se diferencia, por ejemplo, el pulmón de una persona fumadora con otro de una persona no fumadora. Lo mismo con el hígado de una persona con problemas de alcoholismo y otro con el hígado de una persona sana. Establecer esta diferenciación puede ayudar a la persona a ver el daño que se está produciendo a nivel del organismo en su cuerpo sin que lo esté viendo o prevenir, en el caso de que aún no se haya iniciado el consumo o este sea recreacional, como en el caso de los jóvenes.
Las investigaciones que se realizan en cuanto a fármacos se prueban primero con animales, de forma tradicional y, generalmente, hablamos de ratas. En la actualidad, algunas corrientes empiezan a plantear la posibilidad de dejar de usar animales gracias al desarrollo de nuevas tecnologías que puedan predecir o explicar qué efectos secundarios puede tener un medicamento o si funciona o no para el fin para el que ha estado creado.
Pero no solo son importantes las investigaciones prácticas realizadas en los laboratorios, las cuales permiten conocer la incidencia a un medicamento, también lo son las investigaciones teóricas, aquellas basadas en corrientes de pensamiento o en teorías, u otras de marcado práctico pero más relacionadas con la conducta del individuo. En adicciones, lo cognitivo-conductual tiene mucho que ver con la conducta, valga la redundancia, de la persona. En este caso la observación y las técnicas psicológicas son las que marcan la corriente de investigación más adecuada. Por ejemplo, se ha demostrado que la ayuda mutua incrementa el grado de adherencia al tratamiento y disminuyen de forma considerable las recaídas de las personas con adicción. Recientemente, también un estudio/investigación realizada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid habla de los perros guía como ayuda en el tratamiento del alcoholismo.
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