‘Pica bien tu raya’
En numerosas ocasiones, cuando una persona acude a un centro de atención a drogodependencias o a su propio doctor/a de referencia porque cree que el consumo de drogas le está suponiendo un problema importante en su vida diaria (ya sea en la relación con su pareja, amistades, hijos, trabajo…), lo hacen dispuestos a introducir cambios en su vida, que no es lo mismo que dejar de consumir de golpe.
El síndrome de abstinencia que experimentan muchas personas y, en general, todo el proceso de deshabituación de la sustancia es arduo y duro, ya que a nivel físico experimentan una serie de síntomas que producen mucho malestar (dolor muscular, insomnio, ansiedad…) y, a nivel psicológico, supone una reestructuración cognitiva muy intensa.
Es por ello, que en muchos casos, la estrategia de actuación que se acuerda junto con la persona solicitante de ayuda es la de “Reducción de Daños”. Esta consiste en conseguir que el consumo sea “más seguro” al eliminar acciones o prácticas que aumentaban el riesgo de afectar gravemente a su salud o a sus relaciones personales.
Algunas de las acciones que contempla este tipo de programas y que están más naturalizadas en la sociedad son:
- Reparto de jeringuillas en zonas de consumo muy localizados. Por ejemplo, en la Cañada Real de Madrid. Esta medida busca que, dentro del colectivo que va a consumir por medio de inyecciones, estos lo hagan con su propia jeringuilla, evitando así contagios de enfermedades como el VIH o la Hepatitis. El único compromiso que les requiere es el de devolver las jeringuillas cuando terminen de utilizarlas, para evitar también que alguien pueda tener un accidente si se encuentran por el suelo.
- Mantenimiento a través de metadona, la cual se facilita en centros de atención ambulatoria o en los autobuses de la Agencia Antidroga, entre otras opciones.
- Salas de Consumo Supervisado: centros en los que las personas pueden consumir en un entorno higiénico y con atención biopsicosocial.
Pero la Reducción de Daños tiene otras maneras de darse a conocer y que, en ocasiones, puede dar lugar a controversia social (e incluso, política). El último caso más sonado en este sentido ha sido la campaña que ha impulsado el Ayuntamiento de Bilbao y que tenía el siguiente mensaje:
“Rula sólo con tu rulo”
“Pica bien tu raya”
Muchas han sido las personas que han puesto el grito en el cielo con estos mensajes. Yo misma cuando me enteré, sin conocer bien el contexto en el que habían repartido la información, tuve ciertas reticencias al planteamiento del mensaje.
Pero lo cierto es que no deja de ser una campaña de Reducción de Daños como otra cualquiera, centrada en una cuestión que es de salud pública. Está dirigida a las personas que consumen cocaína y que, previsiblemente, lo iban a hacer esa noche. Por lo que la prevención se basa en la idea primaria de este tipo de estrategias: “si lo vas a hacer, al menos que sea asumiendo el menor riesgo posible”. Es decir, si vas a consumir cocaína, no compartas el rulo con el que la vas a esnifar. Igual que en el caso de las jeringuillas: si vas a inyectarte alguna sustancia, utiliza únicamente tu jeringuilla, con el fin de evitar contagios de enfermedades que pueden evitarse con esa simple acción.
A partir de ahí, las opiniones deben ser dirigidas a debatir si la Reducción de Daños es una estrategia adecuada o se debe continuar investigando e innovando para implementar nuevas iniciativas que puedan aportar un mayor número de casos de éxito –si se considera que no son las acciones que se quieren para esta sociedad, como algunas agrupaciones expresaron-.
Paula Castilla
Latest posts by Paula Castilla (see all)
- ¿Es adictivo el Facebook? - noviembre 20, 2017
- ‘Pica bien tu raya’ - septiembre 29, 2017
- La intervención positiva como modelo de cambio - junio 27, 2017