Mejorar el diagnóstico de los trastornos es clave en el abordaje de la patología dual
Algunos trastornos mentales como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o el Trastorno del Espectro Autista están diagnosticándose tarde y mal en las redes de asistencia sanitaria, lo que influye en el abordaje de la patología dual (condición clínica en la que coexisten de forma simultánea un trastorno adictivo y otro trastorno mental). Por este motivo, mejorar el diagnóstico de estas enfermedades, además de los trastornos del estado de ánimo o de la conducta alimentaria y de la psicosis, es determinante para mejorar el abordaje de la patología dual.
Así lo han puesto de manifiesto los expertos en el marco de la presentación de las XVIII “Jornadas Nacionales de Patología Dual”, organizadas por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) y la Fundación Patología Dual, con la colaboración del NIDA de los EE.UU, que se celebran hasta el próximo 16 de abril en Madrid.
“Ninguna persona elige ser adicta ni tener una enfermedad mental. Es necesario mejorar el diagnóstico de algunas enfermedades mentales con el fin de detectar a tiempo la patología dual. Además, las conductas adictivas sin sustancias, como la adicción a comer y otras, deben valorarse también en la perspectiva de la Patología Dual, con el fin de mejorar el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes”, apunta el Dr. Néstor Szerman, presidente de la SEPD.
Asimismo, los expertos aconsejan tener en cuenta otros aspectos. ¿Qué factores en una sociedad moderna pueden exacerbar el riesgo de sufrir múltiples trastornos mentales? “En muchos casos factores como la proliferación de tecnologías que ofrecen gratificación instantánea, la asequibilidad universal de drogas legales e ilegales, que son muy recientes, pueden poner de manifiesto vulnerabilidades en el cerebro humano y manifestarse como patologías duales”, explica el Dr. Rubén Baler, del National Institute on Drug Abuse (NIDA) de los EE.UU.
“Muchos de los cambios que vemos en nuestro entorno ocurren a velocidades dramáticamente mayores de la capacidad de nuestro cerebro de adaptarse. Tal vez el ejemplo más vivido sea la proliferación de la comida basura, cuyos niveles exquisitamente calibrados de grasa, azúcar, y sal pueden usurpar con una facilidad pasmosa los circuitos límbicos encargados de regular conductas apetitivas y el balance calórico”, resalta este especialista.
En su opinión, es importante tener en cuenta estos factores de la sociedad moderna para redefinir las actuales estrategias de prevención y diseñar nuevas modalidades de intervenciones efectivas que, en la actualidad, no forman parte de la estrategia para promover y mantener la salud mental. “Los profesionales de la salud mental tenemos una responsabilidad de prestar más atención a esta y a cualquier otra tendencia que en nuestra sociedad pueda presentar un potencial comorbidogénico, investigarlas a fondo y educar a la población”, aconseja.
Esquizofrenia y trastorno bipolar, en proceso de cambio conceptual
La esquizofrenia y el trastorno bipolar cursan en muchos casos con la patología dual. Las adicciones más frecuentes que presentan este tipo de pacientes son el consumo abusivo de cannabis, la cocaína, el alcohol y el tabaco. En el caso de los pacientes con esquizofrenia, el consumo de estas sustancias es mucho más frecuente que en el caso de la población general.
“Estas dos enfermedades mentales, esquizofrenia y trastorno bipolar, están en proceso de grandes cambios conceptuales, partiendo de que los avances en el conocimiento del cerebro no permiten afirmar que sus diferencias sean tan taxativas como hasta ahora hemos afirmado. La patología dual desde una perspectiva evolutiva y del neurodesarrollo propone un nuevo paradigma para su comprensión”, apunta el Dr. Szerman.
“Muchos de los pacientes con esquizofrenia desarrollan una verdadera adicción que interfiere y potencia la enfermedad base, complicando el tratamiento y la evolución de su enfermedad”, asegura el Dr. Miquel Bernardo, jefe de Servicio de la Unidad de Equizofrenia del Hospital Clínic de Barcelona.
Asimismo, este especialista añade que “el trastorno por uso de sustancias y la esquizofrenia son dos condiciones patológicas indisolubles asociadas. El concepto de patología dual tiene en estos pacientes su máxima expresión, ya que revierte en una patología de mayor complejidad, tanto en los aspectos etiopatogénicos como clínico-evolutivos y terapéuticos”.
Respecto a los pacientes con trastorno bipolar, el Dr. Eduard Vieta, jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, afirma que también son frecuentes las adicciones comportamentales. Por otro lado, indica que “se está demostrando una alta frecuencia también de la unión de trastorno bipolar, TDAH del adulto y adicciones, en cuyos casos el tratamiento debe ajustarse a dicha naturaleza tridimensional”.
Los expertos también coincidieron en resaltar que existen muchas necesidades no cubiertas que se han identificado recientemente y que han llevado a los profesionales a la búsqueda de nuevas guías clínicas y mejoras en las prácticas asistenciales.
Para el Dr. Miguel Casas, presidente de la Fundación Patología Dual, “la existencia de la SEPD desde hace más de una década permite situar a nuestro país a la vanguardia del reconocimiento de esta situación clínica. La integración de las redes asistenciales de forma funcional comienza a ser una realidad en algunas comunidades autónomas y, en otras, está en proceso. No obstante, desde la Sociedad se reclama la existencia de un Plan Nacional sobre Patología Dual”.
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