Prevenir es mejor que curar
Francisco Pascual |Médico en conductas adictivas y colaborador de InDependientes
Vamos terminando ya esta serie de entregas y nos queda un tema pendiente, la prevención de las adicciones.
Desde hace años se han venido desarrollando campañas dirigidas a informar a la población en general y a los escolares en particular, la idea era que por medio de la difusión de conocimientos se pudiese retrasar la edad de inicio en el consumo de algunas sustancias y a la larga disminuir el número de personas adictas.
Los programas se han hecho contando con las ONGs, con los ayuntamientos, con voluntarios y en ocasiones han recibido el respaldo económico de la Generalitat Valenciana o de las Diputaciones Provinciales, no obstante no siempre se han obtenido los resultados esperados.
Hagamos pues un repaso por las necesidades y los hechos.
La prevención comenzó con campañas que recurrían al miedo: La droga mata, con imágenes de jeringuillas y de personas
deterioradas, o muy impactantes. Quien no se acuerda de aquel gusano entrando por la nariz de un joven para explicar los efectos de la cocaína. El mismo recurso se ha utilizado en campañas contra el abuso de alcohol, con muchachos en estado de embriaguez o víctimas de accidentes.
Bueno y, además había campañas un poco “sui generis”, y es que ni se evaluaba su impacto y en ocasiones servían solo para la foto de prensa y justificar que se estaba haciendo algo.
Pero realmente ¿eso ha propiciado un descenso en el consumo?, ¿hay menos adictos por ese motivo?. Probablemente no, y es que algunos planteamientos pueden producir el efecto contrario al deseado.
Se buscaba la colaboración de exadictos, y el problema es que se contaban cosas a muchachos que no tenían conocimiento de algunas cuestiones y a veces se les daba más información de la que podían asumir, bueno y eso tampoco llegaba a funcionar.
La prevención empezó siendo sociocomunitaria (todos deben colaborar) pero se decía que había una prevención primaria, dirigida a los que no habían empezado a consumir, una secundaria a los que ya habían estado en contacto con alguna droga y se perseguía evitar complicaciones y progresión en las consecuencias y luego estaba la prevención terciaria, que es la que se encaminaba a dar cobertura casi asistencial a los ya consumidores para evitar males mayores, pero realmente ¿esto era prevención o ya tratamiento?. Y en muchos casos cuando se empezaba a dar información, las personas a los que iba dirigida la campaña ya habían iniciado consumos, con lo cual prevenir, lo que se dice prevenir, no estaba muy claro. Estábamos llegando tarde.
Pero ahí está el lío, si la prevención debe dirigirse tempranamente, pero no se debe “enseñar a quien no sabe” ¿cual era la solución?. Pues muy fácil… educar en valores, en forma de vida, en convivencia. Prevenir para vivir, era uno de estos programas. Pero ¿entonces no hablamos de drogas?
Cambiamos pues el concepto y la clasificación. Ahora hacemos una prevención universal, dirigida a todos los estratos de la población, tanto a padres, a alumnos como a la población general y se habla de drogas según cada edad o nivel pero sobre todo se habla de estilos de vida y más aún, de educar.
Ahora hacemos una prevención universal, dirigida a todos los estratos de la población
Ahora hacemos una prevención universal, dirigida a todos los estratos de la población
Otra prevención, la denominamos selectiva y con más especificidad va dirigida a grupos de población especialmente jóvenes en situaciones de riesgo, colectivos, pandillas…
Y por último la prevención indicada, dirigida a aquellos que ya están en contacto directo con alguna sustancia y que han empezado a tener algún problema, familiar, en el grupo de iguales, absentismo, fracaso escolar…
Bueno y esto parece que ya da mejores resultados, identificamos tempranamente a muchachos con problemas e intentamos trabajar con ellos, parece que por primera vez en las encuestas los consumos de algunas sustancias han disminuido o al menos no progresan. Pero ojo, fijemos la atención a partir de ahora en dos sustancias clave, las bebidas alcohólicas y los porros, ahí nos queda mucho trabajo por hacer.
Y ¿quién y cómo hace este trabajo?. En estos momentos existen programas, con materiales específicos para trabajar cada uno de los niveles preventivos, y tanto para padres, alumnos como para población general. Un punto de referencia necesario es la escuela y otro aun más importante la familia. Y es desde las Unidades de Prevención Comunitaria en Conductas Aditivas desde donde se llevan a cabo estos programas, estas unidades son municipales y tienen una vinculación directa con los Servicios Sociales Municipales y realizan una labor excelente y con profesionales muy cualificados.
Se implican y colaboran colectivos sociales y de afectados, además de otros profesionales, así el Grupo de Alcohólico Rehabilitados y los profesionales de la UCA, entre otros se ven cada vez más comprometidos en el proceso.
Es verdad que no todos los colegios se implican del mismo modo, ni todas las familias, así es que aprovecho estas líneas para hacer un llamamiento: la prevención es cosa de todos, nadie puede ser ajeno a este problema, porque todos, todos, podemos tener una adicto en nuestra familia. Primero vamos a intentar evitarlo y si en todo caso se presenta la situación, tener la información necesaria nos permitirá saber como actuar y así evitar males mayores.
Dicen que prevenir es curar, pero en las adicciones prevenir permite que las complicaciones no terminen salpicando a toda la familia y a la vez procura tener una sociedad más sana. Pero para eso hay que huir de falsas hipocresías, no digamos a nuestros hijos que no hagan lo que nosotros hacemos, trabajemos con valores, principios y estilos de vida saludables. Ahí es donde empieza la verdadera prevención, en la propia familia.
Los profesionales, maestros, trabajadores sociales, psicólogos o médicos, deberíamos estar solo para casos excepcionales en estos temas, pero desgraciadamente de momento no es así, aunque no por eso vamos a tirar la toalla. Porque creemos en nuestros jóvenes. Creemos en las personas.
¿Crees que tu también puedes hacer algo?. Pues no te quedes parado, actúa.
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