Entrevistas

Entrevista a Luis Daniel Martín, autor de Marea Blanca. El libro de la sanidad pública española. Segunda parte

noviembre 25, 20141008 views0

«Queremos que se vuelvan a abrir otra vez todos los Centros de Atención a Drogodependientes (CAD) que han cerrado fundamentalmente en la Comunidad de Madrid»

Continuamos con la segunda parte de la entrevista a Luis Daniel Martín, miembro de Marea Blanca y autor de Marea Blanca. El libro de la sanidad pública española.

Pregunta: ¿Cómo ha afectado las crisis al tratamiento de las drogodependencias en el ámbito de la sanidad pública?

Respuesta: Con la crisis económica lo que hemos padecido y lo que estamos padeciendo son recortes en personal enormes, ya que el área de drogodependencias es de las más especializadas que existen. Además, muchas veces, las drogodependencias traen consigo otras patologías. Un cuidado de este área requiere profesionales altamente cualificados y al haber recortes presupuestarios, hay recortes de personal y hay recortes de material incluso. Por ejemplo, han desaparecido los famosos metabuses para la entrega de metadona a pacientes que lo precisaban en las calles. Nadie entiende por qué se han cerrado centros de atención especializada a pacientes con drogadicción. Nadie entiende por qué en los centros de salud no existe un departamento especializado en drogodependencias, por qué en los hospitales no hay departamentos específicos de atención a drogodependencias, a grandes drogodependientes ni por qué se les une muchas veces a pacientes psiquiátricos. Un drogodependiente puede no ser un paciente psiquiátrico. Podemos ser cualquiera de nosotros que en un momento determinado hemos caído en alguna droga. Pero sobre todo la falta económica ha mermado la capacidad material, la capacidad profesional y sobre todo ha golpeado muy duramente lo que es esa barrera psicológica de tener a un elevadísimo número de pacientes integrados en la sociedad, reenganchados a la vida, a no poderles hacer ningún tipo de seguimientos y esperar que caigan para que vengan a vernos. Eso a la Comunidad de Madrid no le interesa. Un paciente con drogodependencias para la Comunidad de Madrid, y digo la Comunidad de Madrid pero es en todas las comunidades en las que gobierna el Partido Popular, no interesa porque dan mala imagen a una ciudad, a un municipio, a una provincia.

Han desaparecido los metabuses para la entrega de metadona en las calles

P: ¿Los recortes en sanidad están marcando una diferenciación entre tipos de pacientes? 

R: Sin duda. Aquí hay dos tipos de ciudadanos: el ciudadano que tiene capacidad económica y el que no la tiene, El que tiene capacidad económica va a tener, según los gobiernos autonómicos y según el gobierno nacional, capacidad de decidir cómo quiere tratarse y el que no la tiene, va a tener dificultades para poder tratarse. Es algo que estamos viendo hacia lo que vamos y hacia lo que desde el área sanitaria no queremos llegar. En el área de las adicciones va a ser difícil. Cada vez son más caros los tratamientos, cada vez las farmacéuticas, ajenas por completo a la crisis económica, van a aumentar el precio de los medicamentos y nos vamos a encontrar con muchos problemas que van  a sobrevenir a esto como la delincuencia, las mafias organizadas, la criminalidad que a nosotros nos preocupan enormemente. Porque de tener un hospital activado para atenciones ciudadanos normales a tener un hospital activado para que lleguen heridos de arma blanca o lleguen peleas o lleguen conflictos, la diferencia es bastante grande. Nosotros esperamos, confiamos y deseamos que todo esto revierta, que todo esto cambie. La crisis económica es todavía palpable. Estamos ahora mismo en un proceso de recesión, de descanso en el fondo del abismo, pero va a depender de todos nosotros que nos reactivemos para empezar a subir. Si los ciudadanos no son capaces de darse cuenta de que es necesario ese cambio, que es necesario que ese estado anímico suba y que esa economía fluya, no vamos a salir nunca. Nos quedan todavía muchos años de pelea y nos queda todavía muchos años de sufrimiento.

P: La crisis y los recortes en sanidad, ¿están sirviendo para estigmatizar a determinadas enfermedades?

R: La crisis económica está golpeando sobre todo a tres sectores fundamentales de enfermos y de pacientes en nuestro país. Primero, está golpeando a todos los enfermos crónicos cuyos tratamientos tienen un coste determinado y alargado en el tiempo. Es decir, si al gobierno no le sale rentable un enfermo que tenga diabetes o un paciente que tenga un cáncer o un paciente que tenga una adicción que necesita ayuda durante mucho tiempo, evidentemente va a restarle posibilidades para que adquieran esos tratamientos o va a ponerles más difíciles el acceso a esos tratamientos para que esas personas tengan que abonar o gastar dinero de su bolsillo. En segundo lugar, la crisis económica a quien más está golpeando es a la gente y a las familias sin recursos económicos. Es decir, el gobierno de España, en un alegato de deshumanización brutal ha retirado las tarjetas sanitarias a todos aquellos emigrantes que no gozaban de regularización en nuestro país y a los que anteriormente se les atendía en los centros de salud aún a pesar de no tener regularizada su circunstancia en nuestra península. Y una tercera parte que está sufriendo mucho este tipo de recortes económicos la componen todos aquellos ciudadanos que se han quedado en situación de desempleo o que tienen alguna dificultad añadida como, por ejemplo, mujeres que padecen violencia de género, jóvenes que están en situación de desamparo o enfermedades mentales. Estos colectivos están sufriendo muchísimo la crisis económica porque están desapareciendo muchas unidades que les atendían. ¿Cómo se puede solucionar esto? Pues de la única forma de solucionar los problemas es invirtiendo en ellos.

Hay dos tipos de ciudadanos: el ciudadano que tiene capacidad económica y el que no la tiene

P: En ocasiones se habla de la crisis como una oportunidad para reinventarse y empezar de nuevo en algunos campos. En este sentido, ¿se puede aprovechar ésta como una oportunidad para crear un sistema sanitario que cambie la concepción que la sociedad tiene sobre determinadas enfermedades como, por ejemplo, las adicciones?

R: La crisis económica lo único que ha hecho ha sido unirnos a las personas. Nada más. Pero sin capacidad económica y sin capacidad de ejecución no hacemos nada. Tenemos que coger nosotros mismos el toro por los cuernos: el próximo mes de mayo hay unas elecciones municipales y autonómicas en todo el territorio nacional y ahí es donde debemos elegir lo que queremos para nuestro futuro. Ahí es donde vamos a elegir de verdad y ahí es donde vamos a escoger si queremos crecer, queremos quedarnos estancados o incluso disminuir y recortar nuestros derechos. Y una vez que decidamos esto, la democracia es así: cuando se elige es lo que se tiene. Hasta ahora, bajo nuestro juicio, creemos que hemos elegido mal. Los últimos cuatro años están siendo realmente duros. La crisis económica ya existía, la crisis económica ha explotado en este tiempo, pero se está gestionando muy mal. Durante la crisis económica lo único que se está haciendo es golpear a la gente que más lo necesita. Eso sí, los ciudadanos, la base social, la gente de la calle, sí está muchas más concienciada, solidarizada y hay mucha más unión entre las personas. Si algo bueno sale de toda la crisis mala, negativa y pésima que estamos viviendo es que nos hemos unido mucho más como pueblo, menos como nación y más como pueblo.

Va a depender de todos nosotros que nos reactivemos para empezar a subir

P: ¿Cómo se podría hacer sostenible el sistema sanitario español a largo plazo? ¿Hay esperanzas?

R: La sanidad no es rentable. Nunca lo ha sido. Es decir, no es un bien cuantificable. No es un producto que goce de una economía solvente. La sanidad pública es sanidad. Es un gasto necesario. Probablemente el más necesario de todos porque sin salud nadie puede hacer nada. Como economía de país nosotros debemos tener la mejor sanidad del mundo para crecer. A nosotros nos ha querido copiar el modelo de la sanidad pública el presidente de Estados Unidos. No puede ser que si el mayor mandatario del mundo intenta copiar algo porque dice que es lo mejor que existe, lleguemos nosotros y le disparemos un cañonazo para derribar esa sanidad pública. De esa forma, la sanidad, por tanto, nunca va a ser rentable, nunca va a tener una entrada económica solvente, potente, ni podemos rentabilizarla de ningún modo. La mejor rentabilización de la sanidad pública es que nos cuidamos entre todos, es que tengamos una seguridad, un cuidado médico, científico, hospitalario, una atención social básica. Es decir, que cuando precisemos algo, que ya lo pagamos en nuestros impuestos, se nos responda con ese dinero y con esas garantías. ¡Qué bonito es pensar en un ciudadano jamás como un cliente y sí como una persona! Creo que pocas veces se puede decir algo así y creo desde luego deberíamos sentirnos orgullosos de la sanidad pública que tenemos y no destruirla como están intentando algunos.

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