Vivencia de una rehabilitación en primera persona
Guillermo participa desde hoy con nosotros, en este espacio en el que va a compartir su proceso de rehabilitación en primera persona. Su objetivo es el de animar a que otros den el mismo paso que él ha dado hacia la vida. Gracias por la valentía de querer ayudarse a uno mismo y a los demás.
Mi primer mes
Estimados lectores-as,
Escribo «mi primer mes seco» porque estar seco no es estar sobrio. Pero sin ni un ápice de confianza en mi mismo, puedo decir que estoy empezando a instaurar unas bases sólidas para conseguir la sobriedad.
Alcohólicos Anónimos me ha salvado la vida, sí, me ha salvado la vida, porque esta asociación está consiguiendo que en un mes y dos semanas, mi vida haya dado un giro de 180 grados y ese cambio que comento, se está materializando en muchos aspectos a nivel interior y exterior y por ello, quiero comentarles los cambios que voy notando en este primer mes sin consumir acompañando el proceso con un trabajo de autoconocimiento muy profundo.
En Alcohólicos Anónimos me he dado cuenta de que soy un enfermo, de que mi vida era ingobernable y sobre todo, me di cuenta de que el alcohol era la medicina equivocada para un problema del cuerpo, de la mente y del espíritu; y el primer día que asistí a una reunión de A.A., entré por la puerta como un hombre derrotado, calificando esa derrota como emocional, vital, existen
El alcohol me había vuelto su siervo, su esclavo y había dominado mi voluntad, mi mente y mi existencia; y sí, muchas veces lo intenté dejar y como pueden ver en mi blog, muchas veces recaí, porque me confiaba, porque a los tres meses la ansiedad desaparecía y al no trabajar mi convulso interior, sino simplemente tapar la botella, las frustraciones y los miedos; me seguían comiendo por dentro hasta que al final, buscaba cualquier excusa para creer que yo podría controlar y así terminar por una vez con esa voz interior que me estaba torturando día y noche con pensamientos negativos respecto a todo lo que me rodeaba.
Y si, así era, tras dejarme llevar por esa voz (que no es nada más ni nada menos que el famoso ego), la primera semana controlaba pero a la segunda o la tercera ya me lo estaba bebiendo todo y si, al principio esas recaídas me frustraban pero al final, ya me daban igual, porque pensaba que ya no tenía solución, que nunca iba a poder ser feliz y que para estar seco y amargado mejor era entregarme por completo al infierno de las pasiones para pasar el mayor tiempo posible desconectado de mi mente que tanto daño me hacía.
Que equivocado estaba y repito: que equivocado estaba.
El alcohólico es un enfermo y hablando claro, la parte física mejora en unos meses, y si, relativamente rápido nos vamos sintiendo mejor en ese aspecto, pero la parte mental/espiritual es la más compleja y si no atacamos de raíz ese punto no vamos a poder librarnos nunca de la adicción y sentirnos por primera vez felices y realizados.
La parte espiritual es la más compleja y si no atacamos de raíz ese punto no vamos a poder librarnos nunca de la adicción
La parte espiritual es la más compleja y si no atacamos de raíz ese punto no vamos a poder librarnos nunca de la adicción
En este mes, yo he aprendido a identificar mis pensamientos, estoy siendo consciente de ellos, observándolos y no permitiendo que actúen como un huracán en mi cabeza que todo lo destruye y si, el gran cambio que observo en mí, es que antes, cuando un pensamiento circular (repetitivo y negativo) empezaba a torturarme, no podía controlarlo sino que él me controlaba a mí y en consecuencia, actuaba siempre impulsivamente
Ahora, en cambio, cuando un pensamiento de ese tipo me viene, lo observo, lo analizo, me doy cuenta de que yo no soy el que produce ese pensamiento, sino que es mi ego tratando de manipularme y por ello, lo ignoro y no les presto atención. Lo que produce es que al no alimentar ese tipo de pensamiento sino simplemente observarlo, al no darle importancia, pues él mismo se va.
Y sí, esta situación me puede pasar más de 20 veces en un día, pero ya no externalizo la reacción como antes, sino que soy consciente de que ese pensamiento proviene de una mente enferma y que con el tiempo, al quitarle poder, tendrá cada vez menos la necesidad de repetirse en mi interior.
Esta técnica me está ayudando MUCHISIMO y como bien dicen los monjes budistas, es fundamental que «nos mantengamos alertas, que nos mantengamos despiertos» y que no permitamos perder el control de nuestra mente sino que identifiquemos
Tras esto, tengo que añadir que yo estoy meditando todos los días. Una vez por la mañana nada más despertarme y otra vez por la noche y la meditación me está ayudando muchísimo a enseñarme a calmar mis pensamientos, a aprender a concentrarme en el ahora, a no permitir que mi mente siga siendo como un mar embravecido sino que los mismos fluyan como el agua en un río en calma y este proceso, en una persona tan agresiva, sensible, explos
Ya no externalizo la reacción como antes, soy consciente de que ese pensamiento proviene de una mente enferma
Ya no externalizo la reacción como antes, soy consciente de que ese pensamiento proviene de una mente enferma
Una vez leí una historia que decía algo así:
«Un maestro indio hablaba con su discípulo y el maestro le comentaba al mismo que todos los seres humanos tenemos dos lobos dentro de nosotros que están siempre en constante batalla: uno bueno y el otro malo.
El discípulo, desde su curiosidad, le preguntó que cual de los dos lobos ganaría la batalla a lo que el maestro respondió: el que tú decidas alimentar».
Para mí, esta historia es fundamental en mi proceso de recuperación porque yo, a lo largo de mi vida, he sido esclavo de lo negativo, he alimentado constantemente ese tipo de pensamientos y los he reforzado a través de quejas, de conductas victimistas que solo afirmaban mi falta de compromiso con un cambio real, prefiriendo la comodidad del sufrimiento a la incertidumbre del cambio y doy cada día gracias a Dios de que todo esto ha cambiado, y que desde mi nuevo despertar de la conciencia veo las cosas de otra manera.
Prosiguiendo con el tema principal, otro punto fundamental en mi recuperación está siendo el agradecimiento.
Al levantarme por las mañanas doy gracias por estar vivo, por poder disfrutar un día más del milagro de la vida, por tener salud, por tener un hogar donde puedo dormir, por tener algo para ponerme como ropa y cubrirme, por tener la posibilidad de ver, de escuchar, de sentir y la lista podría hacerla interminable.
Nuestra adicción (como cualquier otra o cualquier pensamiento de origen neurótico), nos hace vivir siempre con un velo que nos impide ver la luz de la vida y si nos esforzamos un poquito y empezamos a comprender el porqué pensamos/vivimos de esa manera tan negativa, nos daremos cuenta de que nuestra enfermedad nos distorsiona los pensamientos para llevarnos a asumir y aceptar esas conclusiones EQUIVOCADAS y que a base de trabajar interiormente y identificar todos nuestros defectos de carácter y nuestros patrones de pensamiento distorsionados, esa niebla se irá haciendo más tenue y empezaremos a estar poco a poco en contacto con la luz. Y sí, este proceso no es fácil, este proceso requiere atención, concentraci
En este mes mi relación con el mundo ha mejorado.
Ya no voy por la calle juzgando, criticando, od
Otro punto esencial en la recuperación es el que se acaben las quejas y el victimismo.
Tras dejar de beber, para empezar a recuperar poco a poco el sano juicio, hay que empezar a cambiar los patrones mentales que nos han llevado a terminar dependiendo de una substancia para callar nuestras mentes y vivir en una realidad paralela que nos parecía mucho más interesante que la que teníamos cuando estábamos sin beber y eso, va a requerir esfuerzo.
Las quejas son un gasto de energía, no para nosotros mismos sino también para los demás.
Las quejas nos roban energía, nos imposibilitan desarrollarnos y favorecen las autojustificaciones y por lo tanto la inmovilidad.
Lo mismo que el victimismo: «ay pobre de mi lo que sufrí, mis padres me pegaban, mi pareja me fue infiel, en el trabajo todos me llevan la contraria y ellos están equivocados porque yo hago todo perfecto y ellos son unos vagos, mi madre es una loca porque nunca me compraba las cosas que a mí me gustaban pero ella si que se gastaba todo el dinero en las tiendas de ropa etc. etc. etc.»
Podría ampliar esa lista al infinito pero ya está bien. El pasado es el pasado, no volverá. El futuro es incierto y genera ansiedad por lo que el único lugar en el que hay que permanecer es en el presente y en este presente, en este ahora, no pueden existir más quejas ni adoptar actitudes limitadoras porque van a IMPOSIBILITAR nuestra recuperación.
No pueden existir más quejas ni adoptar actitudes limitadoras porque van a imposibilitar nuestra recuperación
No pueden existir más quejas ni adoptar actitudes limitadoras porque van a imposibilitar nuestra recuperación
Lo que hicimos ya lo hicimos y no, no lo podemos cambiar, por lo que hayamos hecho lo que hayamos hecho, no tenemos porque castigarnos eternamente sino que tenemos que verlo como una referencia para no volver
En mi caso, el dejar de quejarme ha sido una liberación y no solo para mí sino también para los demás que estaban HARTOS-AS de aguantar la constante negatividad que soltaba por mi boca, siempre buscando culpas y protestando cuando no se cumplía mi santa voluntad, cuando realmente, el ÚNICO culpable de mi situación he sido yo, por no saber afrontar los problemas de la vida, por ser un cobarde y un víctima que independientemente de lo que haya sufrido siempre tuvo la posibilidad de cambiar su situación.
Ahora, lo entiendo todo en ese aspecto y perdono a mi padre por todos los golpes que me dio, por todos los insultos, por todas las humillaciones y sí, también perdono a mi madre por sobre protegerme, por criarme como un inútil pero que podía esperar de dos personas que en el fondo son también dos personas enfermas espirituales y que repitieron conmigo lo que con ellos hicieron en sus casas.
En mi caso personal, ya se acabaron las culpas, las quejas y el interpretar el papel de víc
Y para terminar, quiero dar gracias a Dios por ser alcohólico y si, quiero también darle gracias por haber sufrido tanto en mi vida, por haberme equivocado tantas veces, por haber tropezado más de cien veces con la misma piedra porque gracias a eso, soy ahora quién soy; y quién ahora soy, es infinitamente más bondadoso, más sereno, más humano, más compasivo, más empático, más activo y en definitiva, más feliz que la persona llena de odio, rabia y veneno que antes me toco ser.
Todo en la vida tiene un comienzo y un final y si tú te sientes identificado con este texto y decides que ya es hora de que tu «yo» lleno de sufrimiento, miedo, culpabilidad y frustración termine, aquí tendrás un amigo y un espacio donde estaré encantado de ayudarte para que salgamos juntos del mismo pozo en el que yo tantos años he vivido y del cual estoy empezando a salir.
Lo único que puedo pedirte, es que si crees que este texto vaya a ayudar a alguien lo compartas, de la forma que sea: copiandolo y pegándolo en tus redes sociales, comentando con alguien las impresiones que te ha dado y no, no hace falta que me hagas publicidad, solo que transmitas el mensaje de que hay solución, de que se puede salir y de que no estamos solos, que siempre hay alguien para empujarnos y hacer que volvamos a tomar el contacto con la realidad de una manera saludable.
Hoy es otro gran día de mi nueva vida y no lo pienso desperdiciar.
Un abrazo grande a todos-as 🙂
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