¿Estoy enamorado/a o soy codependiente?
La literatura, las películas, la cultura y la sociedad explican cómo debe ser el amor: Entregado, sacrificado, donde uno lo da todo por la otra persona, donde uno deja de ser quien es para convertirse en el que la otra persona busca o espera. La ficción hace creer a cada individuo que hay un patrón romántico que cumplir, que todas las relaciones deben estar dentro de ese patrón y, que cuando se sale del mismo, es un fracaso estrepitoso, donde la culpa y la vergüenza se apoderan de la persona ante una ruptura. Pero aquí no acaba la cosa y es que en la sociedad patriarcal en la que se vive en la actualidad, ser hombre o mujer también determina que se haga unas u otras cosas. Los roles de género que se establecen marcan que una mujer ha de ser entregada, que debe cuidar (también cuidarse para gustar al otro), que debe ser emocional, expresar pero en su justa medida, llorar, si es necesario. La rabia se penaliza en ella, mucho más que en él, que ha de ser fuerte y capaz, resolutivo, pero no emocional como ella. Él tiene el rol de sostener la familia económicamente. Ella de sostener la familia desde el cuidado (a menores, a mayores o enfermos).
Y precisamente por esta última afirmación, hay muchas más mujeres que sufren codependencia que hombres, por su rol cuidador. Ellas, por marcado mandato social, no podrán dejar de lado a sus maridos con adicción o enfermos. Ellos, muchas veces ante la adicción de ella, desaparecerán y no las acompañaran a tratamiento. Por eso muchas de las mujeres que llegan con una adicción, llegan solas o acompañadas de los hijos o las madres.
Por San Valentín, la sociedad consumista recuerda la importancia de cuidar la relación de pareja pero no desde el trabajo diario sino desde la compra de un ramo de flores o cualquier hecho material vacío de esencia. En este día se habla del amor, pero se habla del amor tóxico, el que no es saludable, el que de manera rápida se trasforma en odio o está lleno del mismo aunque disfrazado de ‘amor’. Ante esta realidad, desde InDependientes queremos ayudar a que puedas detectar si lo que sientes es amor o codependencia. Pero sobre todo, lo que queremos es contribuir a que trabajes para su deconstrucción, a que identifiques en ti esos patrones que no te están permitiendo amarte a ti misma (o a ti mismo), esos patrones que hemos heredado y aprendido de patrones pasados y de la cultura en la que vivimos. Que dejes de lado pensamientos como ‘es mi media naranja’, ‘me complementa’, ‘sin ella/él no puedo vivir’, ‘mi vida sin esa persona no tiene sentido’, ‘sin esa persona no puedo ser feliz’.
La realidad es que todos estamos completos. La realidad es que amándose uno mismo, amas mejor a los demás. La realidad es que la única persona que siempre estará contigo eres tú misma/o. La realidad es que si quieres ayudar a la persona que amas, debes establecer límites saludables desde la asertividad. La realidad es que cediendo a lo que la persona (enferma o no) quiere, no te conviertes en mejor pareja o persona. La verdad es que tu propia felicidad debe estar por encima de todo (tu autoestima, tu salud mental).
A continuación dejamos una infografía para que puedas detectar si lo que sientes es amor o codependencia.
Y también recogemos todas las viñetas que años atrás hemos publicado con motivo del Día de los Enamorados:
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