By La doble libertad de José Antonio Guerrero, adicto rehabilitado
José Antonio Guerrero hace un año y tres meses que se ha recuperado de su politoxicomanía, ahora, tres meses después de salir de la cárcel, relata su historia para que otros puedan aprender de ella. Su relato empieza con cierta tristeza pero acaba con una enorme sonrisa. José Antonio cuenta una historia de superación personal que le ha llevado a conseguir una doble libertad:
«Mi infancia ha sido complicada. Mi padre era alcohólico y maltrataba a mi madre»
«Creo que el 90% de la gente de la cárcel son consumidores». «En la cárcel yo iba a mi bola, me busqué muchos problemas porque trapicheaba»
«Me echaron de casa, llevo 12 años sin tener contacto con mi familia pero ahora poco a poco lo estoy recuperando»
«Tras un año y tres meses de abstinencia, empecé a ayudar a otra gente». «Cuando estaba en la cárcel y veía que mis compañeros recibían visitas, me daba envidia sana porque los veía tan contentos»
«Yo robaba para consumir. Llegué a juntarme con varias causas, una de ellas por una puñalada que dí. Yo trapicheaba con pastillas, la otra persona me quiso quitar la droga, y se cayeron al suelo y como yo había consumido, se me cruzaron los cables y le apuñalé».
«Después de tantos años sin relación con mi familia no iba a coger el teléfono y decirles que salía de la cárcel. Me ofrecieron ir a la asociación AMAS. Me sentí muy a gusto, era diferente, otras sensaciones. Ahora que hace tres meses que he salido de la cárcel, me gusta mucho todo lo que vivo, acercarme a la gente o vivir un atardecer, cosas que nunca habían tenido tanta importancia».
«Tengo miedo de qué puedan pensar el día que vuelva a casa. No quiero defraudar a mi familia, porque entonces me defraudo a mí. No quiero que piensen que he recaído pero no tengo que darle muchas vueltas a eso, cuando quieran me hago una analítica»
«Estoy viviendo un momento dulce en mi vida porque estas situaciones nunca las había vivido de esta forma»
«La labor de AMAS para mí ha sido muy importante porque yo no tenía donde ir cuando salí de prisión. El trato me hizo ver que estaba en familia. Cuando salimos necesitamos un apoyo social con ayuda mutua»
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