Entrevista a Cristina Prados, psicóloga y asesora técnica de CAARFE
«Nuestros jóvenes viven en una sociedad que aplaude el consumo y el abuso de ciertas sustancias»
Cristina Prados es psicóloga y asesora técnica de la Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España, CAARFE y ejerce de coordinadora de los profesionales de las adicciones que de forma altruista trabajan en las asociaciones que forman parte de esta confederación. A finales del mes de mayo, del 27 al 29 se celebra en Gestalgar, Valencia, el II Encuentro de Jóvenes por la Salud. Prados contextualiza la problemática de los más jóvenes con respecto a las adicciones o abusos comportamentales y/o de sustancia con motivo de este encuentro en el que se trabajaran temas como el cannabis o nuevas tecnologías.
Pregunta. ¿Qué es el Encuentro de Jóvenes por la Salud? ¿Por qué es importante?
Respuesta. Este II Encuentro de Jóvenes pretende ser un espacio de unión para los jóvenes que asisten a nuestras asociaciones con problemas de adicción, para aquellos jóvenes que estén interesados en prevenir esta enfermedad en sus vidas o en la vida de algún ser querido y para los profesionales que tenemos muchísimas ganas de aprender de ellos y de mejorar nuestro trabajo de prevención y tratamiento.
Igualmente, pretende ser un espacio y un tiempo que ayude a mejorar su calidad de vida y la de las personas que forman su entorno.,
Para CAARFE es fundamental estos Encuentros de Jóvenes, desde el inicio de esta Confederación sabíamos que hay mucho trabajo por hacer con los jóvenes a todos los niveles, de prevención, información, intervención…, sólo hay que ver como ha disminuido en los últimos años la edad de inicio del consumo de alcohol, o como han ido cambiando los patrones de consumo, extendiéndose el «botellón» entre nuestros jóvenes, asó como el consumo de varias sustancias, por ejemplo y disminuyendo radicalmente la sensación de peligro de estos nuevos hábitos de consumo.
P. ¿Cuáles son los objetivos del encuentro?
R. Para los jóvenes adictos sería crear un espacio en el que los participantes se encuentren con otros jóvenes con problemas muy parecidos con los que poder sentirse identificados, dejar de sentirse diferentes, que es algo que les pasa en la mayoría de los casos. Queremos llevar la filosofía de los grupos de ayuda mutua a un nivel más específico y concreto durante un fin de semana. En las terapias de sus asociaciones se sienten identificados con sus compañeros por la enfermedad que padecen y por muchos de los problemas que les rodea como consecuencia de su consumo, pero tener la oportunidad de poder verse reflejado con una persona que además tienen la misma edad y, por tanto, muchos proyectos de vida, ilusiones, creencias, así como dificultades, miedos, inseguridades, dudas compartidas, hace que los efectos positivos de las terapias se multipliquen.
Para los jóvenes que llegan sin adicciones es una oportunidad para aprender sobre esta enfermedad, para normalizarla y no penalizarla, un espacio donde hacer un trabajo personal de prevención que no tiene precio.
Para los profesionales es una oportunidad de aprender directamente de los jóvenes afectados, de poder escuchar de primera mano todo lo que ellos plantean para poder dar soluciones más cercanas y ajustadas a la realidad de estos jóvenes.
P. ¿Cuál es la situación de las jóvenes adictos?
R. Se trata de una realidad muy compleja por las características de la sociedad en la que vivimos y el modelo de ocio que tenemos.
Nuestros jóvenes viven en una sociedad que aplaude el consumo y el abuso de ciertas sustancias, que no da ninguna importancia al peligro que suponen dicho consumo y que además no se atreve a manifestar de manera abierta y clara que el alcohol es una droga exactamente igual de potente que la heroína, por ejemplo, por lo que, de alguna manera, da vía libre al consumo de esta droga, de hecho en muchas ciudades se han facilitado espacios para llevar a cabo los «botellones», primando la comodidad de los vecinos antes que la salud de nuestros jóvenes.
Pero, de repente, uno de esos jóvenes cruza la delgadísima línea roja entre el abuso y la dependencia, en ese momento deja de ser bien visto, pasando a ser, en muchos casos, excluido de multitud de círculos de nuestra sociedad, sociedad que no entiende los trastornos por dependencia, las adicciones y que no se molesta en intentar aprender sobre ellas, porque generalmente lo relacionan (desde el desconocimiento total) con situaciones de exclusión, pobreza… están convencidos de que solo pasa en círculos lejanos a su espacio de confort, y que por tanto, les quedan muy lejanas… hasta que dejan de estar tan lejos.
P. ¿Qué dificultades tienen los jóvenes ante una sociedad que normaliza el consumo pero penaliza al adicto?
R. Las dificultades son numerosas ,pero una que puede ser más relevante para seguir adelante en su proceso de abstinencia y rehabilitación es la dificultad de reincorporarse a una dinámica cotidiana (estudios, familia, ocio, mercado laboral…) en una sociedad en la que el alcohol y el resto de las drogas están casi omnipresentes, una sociedad que ha normalizado tanto el consumo de estas sustancias que quien no lo hace es el «bicho raro», cualidad esta que hace más difícil la integración con los grupos de iguales.
Sin contar la dificultad añadida de vivir en una sociedad donde el acceso a las drogas es extremadamente sencillo.
P. ¿Es necesaria una intervención diferenciada?
R. A mi modo de ver no. Es necesaria la flexibilidad, el ajuste, el conocimiento de la situación del joven, es necesaria la empatía y el acercamiento para poder conocer exactamente sus problemas, sus miedos, sus dudas, sus carencias…. pero esto es algo necesario en cualquier caso, independientemente de la edad, cada enfermo «es un mundo» y está lleno de individualidades y características que le hacen único, por lo que la intervención, aun siendo grupal, ha de ser muy ajustada a cada persona. Se trata de eso, trabajar con personas, no con enfermedades.
La variedad en los grupos de terapia enriquece mucho a la hora de escuchar consejos, experiencia de vida…
P. ¿Qué podemos encontrar en este evento?
R. Pues vais a encontrar muchísima ilusión y esfuerzo, el trabajo desinteresado de grandes profesionales que se implican con este colectivo.
Se ha intentado desarrollar un programa completo, que diese respuesta a los intereses que los asistentes al I Encuentro de CAARFE del año pasado expresaron y que, de alguna manera, toque temas muy relacionados con la problemática que presentan nuestros jóvenes (con adicción o sin ella). Se van a llevar a cabo talleres participativos, porque tenemos claro que las cosas se aprenden cuando nos implicamos y emocionalmente nos aportan algo. Va a haber espacio para la convivencia con los compañeros, para la diversión, una manera real de divertirse y pasarlo bien sin consumos, con una actividad programada, en un entorno precioso. Vamos a intentar dar respuesta a algunas de las preguntas que más plantean nuestros jóvenes: ¿pero voy a poder recuperarme de mi enfermedad totalmente?, ¿qué consecuencias puedo a sufrir?…
Igualmente, se ha incluido en el programa, porque nos parece esencial, el aprendizaje de técnicas de relajación, tan importantes en una sociedad tan exigente y que genera altos niveles de estrés continuamente, y muchísimos temas interesantes más que serán, sin duda, de mucha ayuda para todos los participantes.
P. ¿Por qué apostáis por cannabis y nuevas tecnologías? ¿Son temas que afectan especialmente a este sector de la población? ¿Por qué? ¿Cuál es la realidad?
R. Pues apostamos por lo que nos encontramos en nuestro trabajo diario, por intentar intervenir en la realidad en la que se mueven nuestros jóvenes.
El consumo de cannabis es altísimo, la percepción de riesgo casi inexistente, tanto por parte de los consumidores, como por el resto de la sociedad, lo que convierte a esta sustancia en una droga extremadamente potente por esa nula percepción de peligro. Era fundamental intentar intervenir en esto.
Lo mismo ocurre con las nuevas tecnologías, cada vez es mayor el número de personas que presentan problemas de abuso, sin contar con todas las personas que lo presentarán a medida que pasen los años y se vayan haciendo patente esta adicción y sus negativas consecuencias.
P. ¿Qué esperas de este encuentro?
R. Espero que las personas que asistan aprendan unas de otras, lo vivan como una oportunidad de mejora personal y familiar, que entiendan que forman parte de nuestra sociedad y que sus esfuerzos por mejorar contribuyen a la mejora de la misma.
Espero que este espacio para la convivencia, el aprendizaje y la reflexión sirva para mejorar su calidad de vida y la de sus seres queridos.
Y deseo que se marchen con muchas ganas de que llegue el III Encuentro de Jóvenes por la Salud de CAARFE.
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