Entrevistas

Entrevista a Luis Alfonzo Bello, asesor regional en la Organización Panamericana de Salud

“Entendemos que la aproximación entre la contención o control del mercado ilícito de drogas debe ser complementaria a la salud pública”

Luis Alfonzo Bello, médico psiquiatra venezolano y especialista en adicciones y salud pública, formó parte,  desde 2006 hasta 2011, del equipo de especialistas de Reducción de la Demanda de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD). Mientras que en Venezuela, ocupó la Direccion de los programas nacionales de “Prevención y tratamiento de dependencias” y de “Salud mental”, del Ministerio de Salud. Actualmente ejerce de asesor regional para el abuso de sustancias, en la Organización Panamericana de Salud (OPS).

Pregunta. ¿Cuál es la labor de la Organización Panamericana de la Salud?

Respuesta. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), fundada en 1902, es la agencia de salud pública internacional más antigua del mundo. Brinda cooperación técnica y moviliza asociaciones para mejorar la salud y la calidad de vida en los países de las Américas. La OPS es el organismo especializado en salud del Sistema Interamericano y actúa como Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Junto con la OMS, la OPS es miembro del sistema de las Naciones Unidas.

Luis Alfonzo Bello, de la OPS

Luis Alfonzo Bello, de la OPS

P. ¿Cuál es su función dentro de la misma como asesor de abuso de sustancias?

R. Desde la OPS, brindamos asistencia técnica a los países de las Américas en aquellos tópicos relativos al enfoque del uso de sustancias psicoactivas, con enfoque de salud pública. Esto implica, apoyar  el diseño e implementación de políticas de salud que aborden el tema, pero también las políticas de drogas, incluido el impacto en salud de las medidas dirigidas a controlar la oferta.

Como líneas generales, además de las políticas, apoyamos la difusión e implementación de intervenciones preventivas, de eficacia probada con base en la investigación; la integración de la atención en los sistemas de salud pública, con énfasis en la atención en el nivel primario para la detección  e intervención temprana.

Promovemos también el  desarrollo de sistemas de informacion, como apoyo a las políticas e intervenciones en salud, la formación de recursos humanos y la divulgación de informacion con base científica, que contribuya a generar una matriz de opinión positiva hacia el abordaje de salud pública, reduciendo el estigma y la discriminación, en un marco de protección de los derechos de la población.

Para estos propósitos, la OPS procura el establecimiento de alianzas estratégicas con otros actores que intervienen en el tema, tales como organismos internacionales -la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Oficina  de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)-, también Centros Colaboradores u organizaciones de la sociedad civil (Red Iberoamericana de Organizaciones que trabajan en Drogas, RIOD) o colaborando con proyectos de cooperación, como COPOLAD, de Cooperación entre  Europa y América Latina sobre Políticas de Drogas.

P. ¿Hay solución al problema de la droga a nivel mundial?

R. Depende de lo que se entienda por “solución” a una problemática compleja y dinámica, que incluye no solo una perspectiva de salud, sino también económica, política, socio-cultural y de seguridad. El consumo es una conducta de riesgo y su impacto está condicionado por una serie de elementos de distinta índole, algunos relativos a la sustancia y su potencial nocivo, a condiciones particulares de personas o poblaciones, pero también al contexto.

En lo concerniente a la salud pública, el objetivo es la reducción de la carga de enfermedad asociada al uso de sustancias, es decir a la cantidad de gente que muere o sufre discapacidad por esta causa, sobre todo en edades tempranas.  Esta carga no está únicamente relacionada con la posibilidad de desarrollar dependencia (adicción), sino también, con una serie de eventos negativos asociados al uso de sustancias.

En cuanto a la salud pública, el objetivo es la reducción de la carga de enfermedad por el uso de sustancias

P. ¿Qué agentes deben influir en la resolución de este conflicto?

R. Promovemos un abordaje basado en la intervención de los determinantes sociales, sobre el impacto de uso de sustancias en la salud de la población, como fenómeno colectivo, que afecta a usuarios y no usuarios de sustancias; con el acento puesto en la “persona” y no en la “sustancia”. Si bien, al sector salud le corresponde una buena parte de este abordaje y no puede estar excluido, la perspectiva debe ser multisectorial y abrir espacio a la participación activa de la comunidad.

P. ¿Se puede combatir la adicción de miles de personas desde la contención o control del mercado ilícito de drogas?

R. Desde la OPS, entendemos que la aproximación entre estos distintos enfoques, debe ser complementaria, particularmente entre la mirada de salud pública y los esfuerzos que se hacen para controlar la oferta y que deben hacer frente a un gran negocio ilícito transnacional. Cualquier enfoque unidimensional resulta insuficiente para atender una realidad tan compleja y estaría condenado al fracaso.

P. Usted estuvo dirigiendo los programas nacionales  de “Prevención y tratamiento de dependencias” y de “Salud mental” en Venezuela, ¿Cuál es la mejor prevención posible?

R. No existe una panacea en materia de prevención y lamentablemente, el componente de evaluación no ha sido incluido con la sistematización necesaria en la gestión de programas de prevención y tratamiento, sobre todo en los países de mediano y bajo ingreso. Por ello, resulta muy difícil responder a esta pregunta de manera definitiva.

No existe una panacea en materia de prevención y la evaluación no ha sido incluida como debiera

Las recomendaciones apuntan a tomar en consideración la evidencia de efectividad de los programas, al momento de tomar decisiones para su implementación. Así como también, la posibilidad de adaptar programas para ser usados en distintos contextos.

Muchas veces el impacto del uso de sustancias en una población, está determinado por factores sociales, que intervienen y deben ser abordados. Las intervenciones para ser efectivas deben basarse en un conocimiento suficiente de la realidad sobre la cual se desarrollan y los componentes deben estar asociados con el efecto esperado, lo cual debería estar respaldado por una evidencia científica de soporte.

P. ¿Se puede llegar a un acuerdo mundial en esta materia o son tan distintas las realidades de cada país que es imposible?

R. Se puede y se ha hecho, existen convenciones suscritas por los países en foros como las Naciones Unidas, que reflejan acuerdos en diferentes materias relacionadas con el problema mundial de las drogas. Sin embargo, el hecho de que existan acuerdos sobre algunos puntos, no excluye la consideración de realidades propias de cada país o incluso, al interior de los mismos.

En el caso particular del abordaje de salud pública, el Consejo Directivo de la OPS, conformado por los Ministros de Salud de todos los países de las Américas, ha aprobado mediante resoluciones, la Estrategia y el Plan de Acción Regional sobre Uso de Sustancias Psicoactivas y la Salud Publica, que establece líneas de acción y compromisos conjuntos de los países.

P. ¿Qué puede hacer la sociedad general?

R. Al igual que para otros temas relativos a la salud, que han sido y siguen siendo objeto  de discriminación, es muy importante la participación de la sociedad en los procesos de abordaje de salud pública para el uso de sustancias. Ello puede contribuir a desmitificar este tema, sustituyendo creencias negativas y prejuicios, que han facilitado condiciones en las que se violan los derechos de las personas usuarias de sustancias psicoactivas, tanto el derecho a la salud, como otros derechos conexos.

Es muy importante la labor de los medios de comunicación masiva en la reducción del estigma y la inclusión

Es necesario abrir espacio para la informacion basada en la ciencia, acerca de las sustancias psicoactivas, su uso y consecuencias, así como las herramientas disponibles y efectivas para reducir su impacto negativo en la  salud. Facilitando las intervenciones de prevención, pero también al acceso al tratamiento, la rehabilitación y muy importante, la plena reintegración social de las personas en riesgo o afectadas por el uso de sustancias.

P. ¿Qué hay que mejorar?

R. Los gobiernos tienen la responsabilidad de velar por la salud colectiva y eso incluye a las personas afectadas por el uso de sustancias, ya sean consumidores o no. Desarrollando políticas integrales, con enfoque balanceado, centradas en las personas y en su bienestar, en un marco de respeto a los derechos. Es necesario, reducir la brecha de acceso y mejorar la calidad, de los servicios de atención, en el sistema público, en especial para los grupos más vulnerables  y en condiciones sociales más desfavorecidas.

Es muy importante la labor de los medios de comunicación masiva, en la reducción del estigma y la inclusión, con un manejo apropiado del tema, como un tema de salud, que puede prevenirse y tratarse adecuadamente.

 

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Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.

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Mireia Pascual Mollá
Editora de la Revista InDependientes. Además periodista en gabinete de prensa de Socidrogalcohol y CAARFE. Monitora y periodista en GARA Alcoy. Colaboradora en Ara Multimèdia y columnista en Radio Alcoy-Cadena Ser. Miembro del Instituto de Investigación en Drogodependencias de la UMH y secretaria técnica de la publicación Health and Addictions. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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