Curiosidades

Arte y absenta

“Soy amarga, pero mi amargura endulza los espíritus de hiel, yo doy la dulzura del no sentir, del no pensar, del no llorar” La canción del ajenjo. Bernardo Couto Castillo “Pero en todos los labios había risas, inspiración en todos los cerebros, y, repartidas en la mesa, copas pletóricas de ron, whisky o ajenjo”. El brindis del bohemio. Guillermo Aguirre y Fierro.

Entregarse a la copa llena de absenta para, como diría Quirarte, “consumar y consumir la existencia”. Beber del hada verde para huir de la ciudad, de la incomprensión, de la noche loba, del spleen, para hallar la belleza. Ser decadente y dandy y snob y vivir en París a mediados del siglo XIX. Y, ¿cómo, intentando buscar la creación perfecta, no beber absenta para llamar a la musa, para robarle inspiración a la tristeza? Como diría Rubén M. Campos, convertirse en una “víctima de bar” más al igual que tus compañeros de angustias y de alcohol que ya han muerto bajo el influjo del hada/diablo verde. Y escribe Campos: “una vez decidido el bebedor, su gula se saboreaba al ver el cristal transparente de la fina copa de Bohemia en la que caía el chorro líquido del coñac, el topacio del vino de Xerez, el granate del Cinzano, la esmeralda del Piper, el ópalo del absintio o el ámbar de la cerveza. Extraían de los cubos de hielo las ventrudas botellas de la champaña diademada de perlas, para preparar una copa helada y servirla en una cratera abierta anchamente como flor”.

La absenta fue prohibida en Francia, Suiza y Estados Unidos entre otros países

Es posible que cada generación tenga su propia droga. Así, en los ochenta, la heroína fue la gran protagonista, provocando una gran alarma social. Posteriormente, sería el éxtasis con sus fiestas rave que duraban toda la noche, con sus rutas para “salir de fiesta”, con la asepsia de una pastillita fácil de tomar y con su música electrónica. Ya en los 2000, sería el botellón el gran acaparador de titulares en la prensa, siendo una droga legal en este caso, el alcohol, la que focalizaría la atención mediática en primer plano. Pero puede que este fenómeno no sea tan reciente. De esta manera, a mediados del siglo XIX, encontramos que la absenta fue la droga preferida de los escritores y artistas de la Belle Époque de París. Picasso, Manet, Degas, Gauguin, Modigliani, Hemingway, Wilde son algunos de los artistas que probaron de esta bebida, de la que se decía que despertaba la creatividad. En muchos casos dejaron testimonio de ello a través de sus obras como se puede apreciar en La bebedora de absenta de Picasso, obra que, a su vez, toma como referencia la pintura de Degas titulada La absenta. En ambas, una mujer bebe absenta sola en un bar. No nos equivoquemos: no hay crítica social en estas obras, como señala María Dolores Villaverde: se trata de una escena citadina sin más.

La bebedora de absenta de Pablo Picasso/http://luzyartes.blogspot.com.es/2011_10_01_archive.html

La bebedora de absenta de Pablo Picasso/http://luzyartes.blogspot.com.es/2011_10_01_archive.html

La absenta de Edgar Degas/http://leitersblues.com/2011/03/la-absenta-edgar-degas/

La absenta de Edgar Degas/http://leitersblues.com/2011/03/la-absenta-edgar-dega

 

Pero, ¿qué es la absenta? La absenta o ajenjo, también denominada hada verde o diablo verde, es un compuesto que se obtiene con la mezcla de diversas plantas aromáticas como el hinojo, el hisopo, el anís estrellado, la melisa y el ajeno. A este último se le atribuyen los peligros asociados a esta bebida de color amarillo verdoso, pues se considera que actúa sobre el sistema nervioso del ser humano. Es una bebida que posee una alta graduación alcohólica (entre un 68% y 72%, aunque algunas variaciones alcanzan hasta el 80%) y, por eso, se considera que es una de las bebidas más fuertes.

Ésta fue inventada por el doctor Ordinaire en Suiza a finales del siglo XVIII. En 1797, Henri Louis Pernod adquirió su fórmula. Hasta entonces, las hermanas del convento de Couvet la habían considerado un remedio medicinal. Al ajenjo también se le había atribuido estas propiedades en la Antigua Grecia. Asimismo, en Egipto, los sacerdotes de Isis portaban ramas de ajenjo en las procesiones. En la colonización de Argelia en 1830, los soldados franceses también consumían la absenta, ya que la usaban para purificar el agua debido a su alta graduación alcohólica. Algunos de ellos importaron su hábito a la metrópoli.

Pero la absenta también ha sido considerada el hada que le revela los secretos de su destino al escritor, de acuerdo con María Emilia Chávez. Así, al igual que las musas,  las hadas tienen el poder de inspirar al artista, pero al mismo tiempo son despiadadas y crueles, como la absenta.

Se dice que Van Gogh estaba bajo el influjo de la absenta cuando se cortó el lóbulo de su oreja y se lo regaló a una meretriz y que Rimbaud también se dejó llevar por ella cuando disparó a Verlaine en la mano. Finalmente, esta bebida fue prohibida en algunos países como Francia, Estados Unidos y Suiza.

 Fuentes: Luis Rafael García. La muerte desde la mirada de la historia, la literatura y el arte. María Dolores Villaverde. Achaques, dolencias y padecimientos en la mujer a través de la pintura. María Emilia Chávez. El hada-serpiente del deseo de lo imposible. Mario Pera. La absenta: la musa de los artistas. Nueva Enciclopedia Durvan  (2001). Bilbao: Durvan, S. A. de Ediciones Silvia Espinosa. El verde influjo de la absenta.

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