By ¿Apostamos por una regulación del juego online?
Llevo varios meses fijándome en la cantidad de anuncios, sobre todo en televisión, en los que se promociona las apuestas online. Y llevo tiempo fijándome en quiénes protagonizan esos anuncios. Casi siempre son deportistas, algo lógico si tenemos en cuenta que la mayoría de esas apuestas online son deportivas. No tan lógico si nos ponemos a pensar en el arepercusión de que una estrella del fútbol, del tenis, etc. promocione apuestas apelando al ‘ganar’. No tan lógico si nos detenemos a analizar las repercusiones que puede tener esto en la juventud de nuestra población, que siguen a sus ídolos y se dejan aconsejar por ellos. El número de jugadores online activos ha pasado de ser de 3.393.538 en 2013 a 6.901.712 en 2016. Es decir, se ha triplicado. Y sí, mi observación no iba nada desencaminada. El gasto en publicidad ha pasado de ser de 68.018.426€ anuales en 2014 a 194.521.901€ en 2016. La industria del juego online facturó el año pasado 10.935.636.962€. Una auténtica barbaridad.
Antes de ayer la Comisión Mixta para el Estudio de Problemas de las Drogas, con su representación en el Congreso y el Senado, instó al gobierno a evaluar la actual regulación del juego. Consideran que es necesaria una regulación que prevenga la adicción al juego online.
Entre un millón y un millón y medio de españoles presentan una adicción al juego. La cifra ha aumentado en los últimos años. Una vez más, la máxima preocupación se dirige hacia los jóvenes, y es que según la diputada de Ciudadanos, María Sandra Julia, son los que más contacto tienen con los juegos online.
Las medidas que se solicitan van orientadas a establecer mensajes como ‘se responsable, juega seguro’, ‘no recomendado para menores de 18 años’, etc. Además de un proceso de verificación de tarjetas de crédito que dificulten el acceso a menores y la generación de deudas.
Más allá de que estas medidas nos puedan parecer mejores o peores, está claro que se necesita una regulación publicitaria profunda y que para elaborarla se necesita contar con políticos, profesionales de las adicciones, gente de investigación y colectivos de pacientes. Ninguno de ellos puede quedar al margen porque hablamos de agentes sociales indispensables para el desarrollo de políticas de salud pública preventivas.
No puede ser que la publicidad del alcohol vague libremente en Instagram, la red social por excelencia de nuestros jóvenes menores de edad. No puede ser que los grandes eventos deportivos estén financiados por la industria alcoholera, aunque se escondan tras la cerveza sin o la 0’0. No puede ser que grandes deportistas animen a apostar y las marcas de las empresas de apuestas online aparezcan en las vallas de estos eventos.
Tenemos mucho por mejorar.
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