By 40 aniversario de la Asociación APAEX de Elche
Cuatro décadas de trabajo altruista. Ayer la Asociación APAEX de Elche celebraba su 40 aniversario en el Centre de Congresos Ciutat d’Elx. En este acto tan especial participaron el presidente de la asociación, Manuel Agulló, el concejal de Acción Social, Antonio Luis Martínez-Pujalte, y el médico en adicciones de la Unidad de Conductas Adictivas de Alcoi, Francisco Pascual.
Reconocimiento a los más de 20 años de abstinencia / InD
Pascual dio una ponencia sobre el alcoholismo y el papel de las asociaciones en la recuperación del enfermo y el familiar. “Ya en 1976 Emilio Bogani publicaba un libro titulado ‘El alcoholismo, una enfermedad social’ y no ha dejado de serlo”, aseguró ante un público de unas 80 personas. El alcohol es una de las drogas que más daños produce, según un artículo publicado en la revista LANCET, que señala que esta sustancia duplica a muchas drogas en los daños causados cuando se tienen en cuenta perjuicios intangibles como el sufrimiento humano, el fracaso escolar o laboral, la pérdida de años de vida, la aparición de enfermedades o cánceres. “Sumando el daño propio y el daño social a día de hoy el alcoholismo sigue siendo una enfermedad social”, afirmó el médico.
Así mismo Pascual hizo reflexionar al público asistente sobre la diferencia entre ‘Autoayuda’ y ‘Ayuda Mutua’, y explicó que las asociaciones como APAEX ejercen la ayuda mutua porque en los grupos de trabajo y en las terapias todos se ayudan a todos y no cada uno a sí mismo.
Aprovechó además su intervención para reivindicar la presencia de trabajadores sociales que intervengan en la reinserción del enfermo alcohólico o adicto en la sociedad. “Hemos biologizado la enfermedad y eso es un error porque la intervención debe ser bio psico social y muchas veces nos olvidamos de lo social, ¿Dónde está el trabajador social en una enfermedad social como es el alcoholismo?”
Las asociaciones cumplen un papel imprescindible puesto que las administraciones no llegan en ocasiones a cubrir las necesidades. “Yo trabajo en la UCA de Alcoi y cuando acaba mi jornada laboral a las tres es difícil localizarme, en cambio la asociación siempre está ahí y sus miembros también. Sea la hora que sea”, matizó.
Aunque el papel de las asociaciones es muy importante en la recuperación y es el vehículo perfecto para ayudar en la desintoxicación, deshabituación y reinserción, la persona no debe vivir solo en ella, sino que debe reinsertarse en toda la sociedad y participar de ella en otro tipo de asociaciones o actividades. “La asociación no debe ser el refugio de nadie, debe ser una herramienta que ayude a encontrar actividades fuera de ella que llenen y hagan feliz a la persona enferma y a sus familiares”. Y añadió: “APAEX representa como bien dice en su blog, una oportunidad de cambio en las personas y se puede aportar de muchas maneras: con aportaciones económicas puntuales, con ideas, con opiniones, pero sobretodo con afectividad partiendo de la propia autoestima para ayudar a los demás”.
Según el doctor, para que una asociación funcione bien hay que seguir las máximas de Foulkes:
Tras contar la historia de APAEX, Agulló destacó que se trata de una de las asociaciones más antiguas de la comunidad y que como todas se han tenido que ir adaptando a los cambios y a la aparición de nuevas adicciones y nuevos modos de consumo.
Martínez-Pujalte en representación del gobierno municipal felicitó a APAEX por su aniversario y tildó de ‘muy meritorio la supervivencia y el mantenimiento de la misma tras 40 años de continuo cambio político, sanitario y económico en nuestro país’.
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